Crítica ¿Y si vivimos todos juntos?

Título Original: Et si vivait tous ensemble?
Año: 2011
Duración: 96 min.
País: Francia
Director: Stéphane Robelin
Guión: Stéphane Robelin
Música: Jean-Philippe Verdin
Fotografía: Dominique Colin
Reparto: Guy Bedos, Daniel Brühl, Geraldine Chaplin, Jane Fonda, Claude Rich, Pierre Richard, Bernard Malaka, Camino Texeira, Gwendoline Hamon, Gustave de Kervern
Productora: Coproducción Francia-Alemania; Les Films de la Butte/ Rommel Film/ Manny Films/ Studio 37
Género: Comedia/ Drama
Puntuación: 3,5/5

Stéphane Robelin nos presenta en su segundo film una historia donde juegan a partes iguales el drama y la comedia, lo cual permite expresar de manera muy efectiva las dos caras de esta película. Por un lado nos encontramos con el drama de la vejez, el fin de la vida y las limitaciones que esto conlleva. En contra posición tenemos el lado más cómico, que nos refleja que la gente mayor no esta muerta y sigue teniendo ganas de reir y disfrutar de lo que le queda por delante por poco que sea.

En cuanto al reparto, todos los actores interpretan sus papeles de una manera excelente, algo a lo que favorece la experiencia de todos ellos en el mundo de la interpretación. Se deben destacar las actuaciones de Pierre Richard y Jane Fonda. El primero con su personaje con principios de Alzheimer que desarrolla su papel con mucha naturalidad y espontaneidad, haciendo simpática la dramática situación por la que esta pasando. Por otro lado, Jane Fonda, que deslumbra con su papel, siendo su personaje uno de los que lleva el peso de la trama, demostrando mucho encanto en diversos diálogos con el personaje interpretado por Brühl y sobre todo llama la atención el emotivo final con el que se despide su personaje de la cinta.

Muchas escenas de la película rozan la perfección por la elección de los decorados, el vestuario, el ingenioso guión y la interpretación de los experimentados actores.
El desarrollo de la trama es ágil e ingenioso dejando que se le escapen al público carcajadas y lágrimas casi a partes iguales debido a la naturalidad de los intérpretes, el realismo y lo cotidiano de la historia.

La cinta permite reflexionar sobre nuestros mayores y como no dejan de ser gente joven con 75 años los cuales siguen teniendo ganas de vivir, de disfrutar con sus amigos y de no dejar pasar ni un minuto de su vida.