Tras ocultar los riesgos de su antipsicótico Risperdal, el cual llegó al mercado en 1994, se ha descubierto que unos de sus efectos secundarios está relacionado con el riesgo de ictus y muerte en pacientes de edad avanzada y demencia.
El análisis ha sido llevado a cabo por la compañía y su subsidiaria, Janssen Pharmaceuticals, que ocultaron información sobre Risperdal en una carta que fue enviada a 6.200 médicos del Estado de Arkansas.
La historia se repite
No es la primera vez que la compañía se enfrenta a estas acusaciones; ya el pasado mes de diciembre, un juez de Carolina del Sur impuso una multa a J&J de 327 millones de dólares por los mismos cargos.
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