Este hallazgo ha sido descubierto por la investigadora Sarah Nechuta, del Centro de Epidemiología Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
El estudio fue realizado a unas 5.000 mujeres, aproximadamente, entre un arco de edad que va desde los 20 a los 75 años, a las cuales se les había diagnosticado cáncer de mama.
Los investigadores hallaron que la mujeres que consumían mayor cantidad de verduras crucíferas, tenían un 62% menos de posibilidades de morir de cáncer de mama y un 35% menos de sufrir una recurrencia de esta enfermedad, comparadas con las que no las consumían.