Pedro de Orueta, presidente de la Junta de Gobierno de la Asociación de Empresas de Control de Plagas de España, ha señalado a este respecto que uno de los problemas es que la sociedad no considera posible que existan este tipo de especies dado que muchas no se pueden ver.
Es necesario sensibilizar a la población sobre este aspecto y cambiar la imagen que la sociedad tiene sobre este sector. No sólo nos preocupa acabar con los bichos, buscamos proteger el bienestar de los seres humanos, causando el menor impacto al medio ambiente o a la biodiversidad, ha sentenciado.
Otro de los posibles factores que han podido contribuir a la reaparición de los mismos es la crisis, ha señalado la directora general de esta Asociación, Milagros Fernández de Lezata. Con la crisis se invierte menos en el mantenimiento de las instalaciones, apunta.
Durante la jornada en la que se han reunido profesionales de la industria del control de plagas de distintos países europeos, se ha presentado un estudio de la ANECPLA (Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas) elaborado con la colaboración de la Universidad Autónoma de Madrid en el que se constata un incremento de hasta el 70% en la presentación de servicios de control de estos animalitos de las camas en los últimos cinco años en la Península Ibérica.
España, no es ajeno a esta incipiente plaga mundial, que ya fue erradicada de él hace 50 años y ahora se ha convertido en un daño que emerge en Europa, Estados Unidos y otros países como Australia, señalan desde la organización.
Los chinches de la cama se están convirtiendo en un problema social difícil de erradicar debido a su fácil expansión y generalizado en España. Resulta imprescindible proporcionar la suficiente información a la sociedad para que se pueda detectar y prevenir para lo cual desde la organización reclaman ayuda de los responsables de las instalaciones, empresas de servicios y las autoridades sanitarias nacionales.
Durante los últimos cinco años, un 80% de las empresas del sector han llevado a cabo servicios de control de chinches de cama, de los que destacan las viviendas con un 35% del total de casos y los hoteles, hostales y pensiones con un 30% de las intervenciones.
Otras posibles causas que se señalan como responsables de este resurgimiento son el incremento de viajes y del turismo en el entorno del Mediterráneo y Canarias donde tiene especial incidencia. El transido de mercancías y equipajes contaminados, la falta de inspecciones o la negación de los casos son otros posibles responsables.
Los chinches de la cama no se pueden vincular a la suciedad o falta de higiene en los hogares. Son insectos nocturnos hematófagos que prefieren la sangre humana y suelen alojarse en lugares próximos a su fuente de alimentación, tales como colchones, mesillas de noche, sofás… El resultado, molestas picaduras, fueron muy conocidas durante siglos en España. Ahora resurgen a nivel mundial. Así que, si no dormís en casa, os deseo buenas noches y que no os piquen los chinches.
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