Menos discusiones, más decisiones

Menos discusiones, más decisiones

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Veinte años después de que Naciones Unidas estableciera la Convención Marco sobre Cambio Climático, con la que se pretendía “prevenir” la interferencia del ser humano en el sistema climático, el Ártico muestra los primeros signos de un cambio climático peligroso.

Menos discusiones, más decisiones

Esto asegura un grupo de científicos, liderado por el CSIC, en un artículo que se ha publicado en el último número de la revista Nature Climate Change.

La velocidad del calentamiento supera ya la capacidad de adaptación natural de los ecosistemas árticos, lo que corresponde al grado de “cambio climático peligroso” definido por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

Este cambio climático no sólo está afectando de forma severa a los ecosistemas, también a las comunidades esquimales que ven peligrar su seguridad, salud y su actividad cultural tradicional.

Por todo esto, los expertos reclaman un mayor esfuerzo para desarrollar indicadores con los que se pueda alertan con tiempo de estos cambios, reducir los agentes causales y reconstruir la capacidad de adaptación y/o de recuperación de los ecosistemas y los esquimales.

“Nos enfrentamos a la primera evidencia clara de un cambio climático peligroso” y en lugar de actuar parte de los científicos y medios de comunicación discuten sobre si el hielo oceánico del Ártico ha alcanzado o no el umbral de inflexión- señala el autor del artículo, Carlos Duarte, investigador del CSIC.

Esta discusión nos distrae de lo que se necesita hacer. Necesitamos desarrollar indicadores que alerten de la proximidad de cambios abruptos en el futuro y formular políticas para realizarlo-señala el autor.

Los umbrales de inflexión son puntos críticos dentro de un sistema cuyo estado futuro se puede alterar cualitativamente por ligeras perturbaciones. Estos puntos de inflexión quedan reflejados en elementos de inflexión que son los componentes del sistema terrestre que los señalan.

El Ártico presenta-según los científicos- la mayor concentración de estos elementos e inflexión potenciales del planeta como el hielo oceánico, las regiones de formación de aguas profundas del Atlántico Norte, los bosques boreales, el permafrost o las comunidades de plancton.

Ello le lleva a ser una región “particularmente propensa a mostrar cambios abruptos” y a ser el que los traslade al sistema global, lo que la convierte en una señal de alerta temprana, si le prestamos la necesaria atención.

Urge, por ello, buscar estas señales tempranas y utilizarlas para desarrollar y desplegar estrategias adaptativas-asegura Duarte.

En otro trabajo publicado en AMBIO, Duarte y otros investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han detallado los elementos de inflexión que se encuentran ya presentes en el Ártico y han llegado a la conclusión de que muchos de ellos han entrado ya en una dinámica de cambio que, en la mayoría de los casos, sería abrupto.

En este trabajo se aportan evidencias de que los elementos de inflexión ya se han puesto en marcha y cuáles son los umbrales de cambio climático que podrían aumentar y acelerar el cambio climático.

La reacción de los seres humanos al cambio climático podría contribuir a acelerar los cambios que ya están sucediendo, explica el investigador del CSIC.

Se podría ralentizar los elementos de inflexión como la placa de hielo de Groenlandia, si restringiéramos las emisiones acumulativas de dióxido de carbono. Podemos mitigar el 40 % de las emisiones de metano de origen humano sin que ello nos cueste nada y generando beneficio económico neto, sentencian.

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