Contra la normativa europea y contra el turismo

Contra la normativa europea y contra el turismo

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Los grupos ecologistas han reaccionado ante el anuncio de la moratoria para las energías renovables impuesta por el Gobierno y denuncian que esta actitud contraria a las normativas europeas creará más paro y paralizará sectores con perspectiva de progreso.

Contra la normativa europea y contra el turismo

España está obligada a que en 2020 el 20% de la energía que utilicemos sea renovable. Para alcanzar este objetivo se estableció un Plan de Acción Nacional de Energías Renovables que especifica las medidas para alcanzar dicho objetivo.

Sin embargo, esto no parece contar para el nuevo gobierno, que utiliza la moto sierra en otro sector más en el poco tiempo que lleva. Paralizar las energías renovables constituye un regalo a las compañías eléctricas, ha declarado José Luis García Ortega, responsable de Investigación e Incidencia de la organización.

“España necesita más energías renovables” para avanzar, reducir el paro y, simultáneamente, reducir las emisiones, rompiendo, de paso, la dependencia actual de fuentes de energía de las que no disponemos en suelo español y que cada vez son más caras- ha añadido.

Greenpeace, propone en cambio, cerrar aquellas centrales más peligrosas y contaminantes, como las de carbón o las nucleares, empezando por la que cada cierto tiempo “atacan”, Garoña.

Un informe de la Agencia Internacional de la Energía Renovable mostró la semana pasada, como la energía solar creaba, produciendo la misma energía, cinco veces más empleo que una nuclear o una de combustibles fósiles. Ello le lleva a Greenpeace a acusar al gobierno de mirar por los intereses de las grandes compañías eléctricas, a las que posiblemente, refiriéndose a la energía nuclear, den un mayor tiempo de vida.

La intención del gobierno es buena, reducir el déficit tarifario. Pero, para ello perjudican al país favoreciendo un aumento de las emisiones que provocan el cambio climático ya que quitan al sector renovable sus subvenciones, pero mantienen las del carbón nacional.

Esta actitud, pone en peligro el sector turístico nacional, dicen desde Greenpeace, ya que, en su opinión, el cambio climático sólo reportará perdidas a este sector.

¿Entonces qué hacemos? Su solución consiste en eliminar los ingresos injustificados de las centrales nucleares e hidráulicas, reducir la quema de combustibles fósiles mediante medidas de eficiencia o dejar de subvencionar a las centrales térmicas insulares, lo que también tendría posiblemente sus consecuencias en el empleo insular, bastante castigado.
Otras organizaciones también se han pronunciado y acusan al Gobierno de falta de compromiso con el desarrollo sostenible. Ecologistas en acción declaran que esta medida paralizadora supondrá el cierre para todas aquellas pequeñas empresas que se han generado y que no pueden moverse al extranjero. Esto llevará también al aumento del paro, en trabajadores altamente cualificados-añaden.

El sector de las energías renovables ha venido sufriendo las consecuencias de un marco regulatorio nada estable con constantes cambios retroactivos de la normativa-dicen desde esta organización. La actuación del gobierno supone un nuevo hándicap que puede convertirse en un puñal en el pecho del sector. Un puñal que, para colmo, no solucionará el problema del déficit tarifario y favorece a los lobbys sucios-añaden.

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