Para ello, el proyecto aprovecha tecnologías presentes en dispositivos médicos de uso habitual y las traslada al ámbito de la seguridad vial. En concreto, los investigadores han creado un cinturón de seguridad que lleva incorporado un monitor de ritmo cardíaco, además de un sensor de respiración en el asiento.
Estos dos dispositivos envían la información que recogen a un ordenador capaz de detectar la aparición de síntomas de sueño o cansancio, a través de las variaciones en la frecuencia cardíaca y el ritmo de respiración. En ese caso, el dispositivo haría sonar una alarma que debería alertar al conductor antes de que se quedara dormido.