Los estados de la federación tendrán flexibilidad para aplicar estas reducciones y los métodos para lograrlos -incluidos planes de compra-venta de derechos de emisión-, pero deberán elaborar las leyes pertinentes para junio de 2016, según la propuesta a la que ha tenido acceso el 'WSJ'.
La iniciativa, que no podrá acabar de realizar Obama, permitiría además a Estados Unidos cumplir con sus obligaciones internacionales sobre reducción de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, pero a nivel doméstico, Washington destaca los beneficios para la salud que tendría para convencer a la opinión pública.