¡No son juguetes!

¡No son juguetes!

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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La navidad esta ya encima y son muchos los niños que piden en sus cartas a los Reyes Magos el perro monísimo que había en el escaparate. Pero no son juguetes. Por ello, Equo ha llamado a la “responsabilidad ciudadana” y yo os ofrezco algunos motivos de reflexión que refrenen estos impulsos.

¡No son juguetes!

Somos muchos los que cuando pasamos cerca de un escaparate de una tienda de animales nos quedamos embelesados mirando las monadas que nos exhiben. Algunos puede que pensemos en caer en la tentación de comprar esa ricura como regalo en estas fiestas.

Pero los pequeños animalitos que nos muestran requerirán del receptor del regalo unos cuidados, atención y gastos económicos no sólo ahora cuando está encantado, sino durante toda la vida del animal incluso en los días más fríos o cuando estén más ocupados. Por ello Equo ha pedido responsabilidad tanto a la hora de comprarlos como después, dado que existe una percepción entre algunas personas de que los animales son de “usar y tirar”, lo cual desemboca en el abandono de los mismos o a llevarlos a un centro veterinario para que le pongan una inyección cuando el “juguete” se ha convertido en una carga.

Algunos motivos de reflexión que os lanzo con la esperanza de frenar esta tendencia son:

  • El año pasado 109.074 perros y 35.983 gatos tuvieron que ser recogidos en España. Esto supone un descenso del 6% en el número de perros, pero un ascenso del 0.5% en el número de gatos.
  • Las protectoras tienen una ocupación media de en torno al 90% en el caso de perros y cada vez pasan más tiempo allí antes de encontrar una familia que les quiera adoptar. Por ejemplo: en el caso de los gatitos se ha multiplicado por 4, de 1.6 a 6.5 meses.
  • A diario los ayuntamientos y protectoras pueden llegar a recoger hasta 400 perros y gatos abandonados en las calles y sus recursos se ven reducidos por la disminución en un 25% del número de asociados.
  • No se abandona más en verano. El porcentaje de perros recogidos en el segundo cuatrimestre (35%) es tan sólo ligeramente superior a los otros dos cuatrimestres.
  • La cuarta causa por la que un animal es abandonado actualmente es la perdida de interés en él con un 11.2%, siendo sólo superado por las camadas indeseadas (14%), el cambio de domicilio (13.7%) y la crisis o los motivos económicos (13.2%).


Si después de leer todo esto, decides comprarlo, debes también saber que:

  • Si después te arrepientes y lo abandonas, en un 55% de los casos no será adoptado si es un perro y aún es peor si lo que compras es un gato, pues en un 63% tampoco lo será.
  • El 16% de los perros y el 30% de los gatos abandonados reciben la “eutanasia”.
  • Puedes haberte quedado prendado del animal cuando le viste en el escaparate y pensar que no serías capaz de abandonarlo. Si es así, debes saber que:
  • De los perros recogidos el 58% de los perros eran ya adultos y el 16% sénior y de los gatos, el 56% de los gatos eran adultos y el 10% sénior, es decir, se abandonaron más gatos cachorros que perros cachorros.
  • El 40% de los animales son llevados personalmente a las protectoras y en la mitad de estos casos es el propio dueño el que los entrega.
  • En el resto de casos, proceden del abandono.


No queremos acabar este artículo sin tratar el tema de la prevención.

La fundación Affinity, autora del estudio del cual hemos extraído estos datos del 2010, considera que las dos medidas más destacadas son las campañas de concienciación, el endurecimiento de la legislación y, en tercer lugar, las sanciones y exigir una licencia de acreditación para la tenencia de animales.

Afortunadamente, Equo ha recogido el guante ante esta situación y ya se ha puesto manos a la obra entregando en algunas localidades, un modelo de ordenanza que “encare esta situación cada vez más insostenible”.

En su propuesta introduce la supresión del sacrificio en albergues, la necesidad de una educación social, la prohibición de espectáculos donde haya maltrato animal o la responsabilidad de los dueños de sus mascotas, así como unas reglas de convivencia entre los dueños y el resto de la ciudadanía.

Yo desde aquí, quiero pedir a nuestros lectores, mesura y no dejarse llevar por la atractiva luz de los escaparates.

¡No son juguetes!
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