Este animal que, hasta la llegada del hombre, era el animal más grande de Australia ha desarrollado una serie de adaptaciones fabulosas que les permiten sobrevivir en el ambiente más seco de la isla: el desierto, siendo capaz de producir leche para alimentar a dos crías en distintos estadios de crecimiento, incluso cuando no hay agua disponible para beber.
Como sabéis, los canguros son mamíferos marsupiales. Esto quiere decir que las crías cuando nacen apenas están desarrolladas y han de reptar hasta la bolsa para completar su desarrollo chupando de las mamas de su madre.
En concreto, las crías de esta especie, sólo se desarrollan durante 35 días en el útero y el resto, hasta completar los 270 días, en la bolsa.
Pero esto no es lo que le hace tan especial a esta especie. Una de las cosas que les hace especiales es su capacidad de producir dos tipos de leche distinta, en función de la cría que mame: una para la cría recién parida y otra para la que acaba de abandonar la bolsa para dejar espacio a su hermano/a y que debe iniciarse en la alimentación adulta.
Pero hemos dicho que son capaces de cuidar de tres, hasta ahora sólo hemos visto que puede con dos estados de desarrollo.
El tercero, permanece invisible dentro de la madre. Se trataría de un recurso, por el cual, en el caso de que una cría muera, la madre es capaz de desarrollar una tercera cría sin volverse a aparear.
A este fenómeno se le conoce diapausa embrionaria y le permite mantener un óvulo fecundado en estado de latencia, para utilizarlo si se precisa. De esta forma, puede desarrollar hasta tres crías, sin tener que volverse a aparear. Algo especialmente necesario en el clima cada vez más desértico en el que actualmente les toca vivir.
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