Pequeño y triste regalo navideño anticipado para el Planeta

Pequeño y triste regalo navideño anticipado para el Planeta

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Finalmente y contra pronóstico, la cumbre de Durban consigue alcanzar un acuerdo mínimo que permite prolongar el Protocolo de Kioto y dotar de fondos un fondo Climático Verde que ayude económicamente a luchar contra los estragos del cambio climático a los países pobres.

Pequeño y triste regalo navideño anticipado para el Planeta

Dos semanas de negociaciones y dos sesiones plenarias adicionales, permiten salvar la conferencia del oprobio esperable tras 12 días sin acuerdo. Se prolongará 5 años más el Protocolo de Kioto, lo cual significa que los países desarrollados, tendrán que seguir rebajando sus emisiones a la atmósfera. Pero en Kioto no estaba ni ahora está Estados Unidos, una de las naciones más contaminantes y tampoco estarán, en esta segunda parte, Rusia, Japón y Canadá lo cual significa no lograr ningún progreso en esta cuestión.

Los aspectos negativos no finalizan aquí. En esta cumbre se pretendía configurar un nuevo tratado que entraría en vigor en 2020 y definir la hoja de ruta que llevara hasta él; pero, se ha tenido que postergar hasta el próximo año.

Lo único “nuevo” que se ha logrado en esta cumbre es la obligación de los países más contaminantes de reducir sus emisiones y un acuerdo sobre el Fondo Climático Verde, acordado ya en Cancún para el que se ha establecido en esta cumbre un capital de 100.000 millones de dólares. Con este fondo, se ayudará a los países más pobres a luchar contra los más que previsibles estragos que sufrirán como consecuencia de un calentamiento climático para el que nuestros máximos dirigentes parecen incapaces de acordar cómo combatirlo de forma conjunta.

Naturalmente las reacciones tras esta cumbre dependen de la posición previa a la misma y de la mayor o menor afección que los estados puedan sufrir por el cambio climático.

Los anfitriones, en boca de sus ministra de Asuntos Exteriores, pretenden hacernos creer que “se ha hecho historia” al alcanzar un acuerdo para salvar el futuro del planeta para nuestros hijos y nietos, el enviado de Brasil se muestra “aliviado” y afirma haber conseguido un robusto resultado y un texto excelente, mientras que la ministra de Medioambiente de India reconoce no salir contenta con la nueva versión del texto y que las palabras del texto han quedado, gracias a la flexibilidad y voluntad de todos, acordadas.

Estados Unidos también manifiesta su satisfacción con lo conseguido y reconoce que “al final, todo ha terminado bastante bien” dado que han conseguido que el acuerdo tenga “todos los elementos que estaban buscando”.

También la UE y Gran Bretaña parecen estar satisfechos con lo conseguido, llegando el Ministro británico de Energía y Clima a afirmar que el acuerdo supone “un gran éxito para la diplomacia europea”, al lograr que Estados Unidos, India y China queden incluidos dentro de la hoja de ruta para el acuerdo global general. Por su parte la comisaria de la UE para el Clima, también parece afirmar haber quedado satisfecha ya que se ha logrado el asunto principal: lograr que todas las grandes economías y todas las partes se tengan que comprometer en un futuro, aún no determinado, en la lucha.

La opinión sobre el éxito de la cumbre naturalmente cambia si se le pregunta a la representación de las islas más amenazadas por el cambio climático que reconoce como no suficiente lo acordado y matiza diciendo que al menos se tiene algo en lo que trabajar juntos o al director del Grupo Africano que es cauteloso y considera que se ha quedado a medio camino de lograr los objetivos primarios, aunque considere que avanza en la dirección correcta.

La postura de los grupos ecologistas es bastante más radical y también más franca. La líder de la iniciativa climática y de energía de WWF considera que no sólo no se ha logrado casi nada, sino que los dos últimos días se han malgastado en negociar las palabras de los textos, en vez de intentar un compromiso mayor y más realista y el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, afirma que lo logrado aquí supone una victoria de los contaminadores y posponer el problema del cambio climático una década más, con los riesgos que esto supone.

Con este acuerdo se evita la vergüenza de reunirse para nada y se queda casi todo pendiente para el próximo año.

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