El joven canadiense sólo quería jugar, o eso es lo que le ha dicho al tribunal que le juzga. En principio no presenta ninguna motivación política, ya que realizaba las acciones bajo el nombre de Anonymous y éstos a cambio le regalaban videojuegos.
Los organismos afectados son la policía de Montreal, de Quebec y el Instituto de Sanidad Pública, afectados desde hace tres años por los cargos que ha reconocido el niño, quien empezó con tan solo nueve años.
Los Gobiernos de medio mundo se han visto afectados por este tipo de acciones en las que los implicados carecen de autoría moral, aunque sí real.
Tendremos que esperar para ver en qué queda la pena que le impondrá el Tribunal al menor.