"Sufro, y os digo la verdad, cuando veo en la Iglesia o en algunas instituciones eclesiales que el papel de la mujer queda relegado a un papel de servidumbre y no de servicio.
Así se expresó el pontífice en el discurso a los participantes en la convención celebrada con ocasión de los 25 años de la carta apostólica Mulieris Dignitatem de Juan Pablo II sobre la mujer.
Y es que el Papa, que siempre ha abogado por la importancia del papel de la mujer, explicó que es necesaria una reflexión de toda la Iglesia "para dar mayor valor a la presencia de las mujeres".