Según Barchetta, el coche pertenecía a un español y ha supuesto el récord en transacciones automovilísticas de este año, pues en el ejercico anterior, otro 250 GTO se vendía por la friolera de 35 millones de dólares. El automóvil fue creado para el mítico piloto británico Stirling Moss.
Un poco de historia
Hablamos de un coche creado en 1962 para comentir en las 24 horas de Le Mans. Hoy en día se le considera el más caro y deseado, del que solo se fabricaron 39 unidades.
Se comenta que el batería de Pink Floyd y propietario de un GTO, Nick Mason, ha recibido ofertas de compradores privados que superan con creces las transacciones de estos últimos años, situándose por encima de los 40-50 millones de dólares.
Los coches clásicos no pasan de moda y cada día que pasa crece la burbuja que aisla a este mercado de la crisis económica que asola al resto de sectores.