Un sueño demasiado arriesgado

Un sueño demasiado arriesgado

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El multimillonario californiano Elon Musk desvela su visión de un futurista sistema de transporte bautizado "Hiperviaje" en el que propone construir una red, impulsada por energía solar, de cápsulas a prueba de golpes que viaje a 1.220 km/h casi la velocidad del sonido.

En una entrada en su bitácora, Musk, consejero delegado del fabricante de coches eléctricos Tesla Motors y cofundador de Paypal, describió en detalles el sistema que, de tener éxito, revolucionaría el transporte interurbano. Pero el plan debe primero superar algunas preguntas sobre su seguridad y su financiación.

El "Hiperviaje", que Musk describía anteriormente como un cruce entre un avión Concorde, un cañón de riel y una mesa de air-hockey, necesitaría al menos unos 6.000 millones de dólares (4.500 millones de euros) para su construcción, que llevaría de 7 a 10 años.

Finalmente, según los planes, lanzaría más de 7 millones de personas al año a lo largo de uno de los corredores con más tráfico de la Costa Oeste de Estados Unidos. En cada cápsula habría hasta 28 pasajeros y el sistema podría incluso llevar vehículos, según el plan de diseño de 57 páginas.

Las cápsulas viajarán a través de un colchón de aire y estarán impulsadas con un acelerador magnético lineal. La estimación de media hora para recorrer este trayecto contrasta con el tiempo actual de una hora y 15 minutos en avión, cinco y media en coche y también con las 2 horas y 40 minutos que tardará el planeado tren de alta velocidad.

Musk, que en el pasado había dejado entrever la posibilidad de construir este sistema, propuso su "Hiperviaje" como una alternativa al proyecto de 68.000 millones de dólares de un tren de alta velocidad que es una prioridad para el gobernador de California, Jerry Brown. Sería más seguro, más rápido, más práctico y menos caro, aseguraba Musk en el blog.

Demasiado arriesgado y caro

Pero nadie está convencido de que el proyecto sea buena idea. Jim Powell, un coinventor del tren bala y director de Maglev 2000, que desarrolla sistemas de transporte de alta velocidad que emplea la levitación magnética, dijo que el sistema sería muy vulnerable a un ataque terrorista o a accidentes.

"El principal problema es la idea de un tubo a baja presión desde el punto de vista de un terrorista", aseguró tras una primera mirada a las especificaciones de Musk. "Todo lo que tiene que hacer un terrorista es conducir junto a la autopista, parar, poner varios explosivos y entonces muere todo el mundo en el tubo", continuaba su argumentación.

Musk resolvió esta contingencia al asegurar que ya que el tubo tendrá una baja presión, pero no ausencia de presión, las bombas de aire convencionales podrían solucionar fácilmente una filtración de aire. Añadió que las cápsulas podrían soportar variaciones en la densidad del aire.

Musk también podría haber descuidado tener en cuenta los costes. Powell dijo que ya que se necesitaría un enorme sistema de vigilancia para observar la presión del tubo, el coste del proyecto podría incluso doblar las estimaciones de Musk, lo que se acercaría a 12.000 millones de dólares.

Musk, que se labró la fama como cofundador del sistema de pagos electrónicos PayPal antes de comenzar con SpaceX y Tesla, prevé que las cápsulas salgan cada 30 segundos en hora punta y cubran los 570 kilómetros entre Los Ángeles y San Francisco mediante un tubo elevado a lo largo de la autopista interestatal I-5.

Aunque sigue habiendo grandes dudas, sobre todo si el Estado de California aprobará alguna vez el proyecto, y si alguna compañía privada quiere embarcarse en ello y construirlo. El diseño sigue siendo teórico y todavía debe probarse.

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