En libertad provisional

En libertad provisional

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El maquinista del tren que descarriló el pasado miércoles en Santiago de Compostela, Francisco José G.A., queda en libertad, imputado por 79 delitos de homicidio y un sinfin de delitos de lesiones, todos ellos cometidos por su "imprudencia profesional".

Así lo ha decidido el titular del Juzgado número 3 de Santiago de Compostela, Luis Aláez, tras tomarle declaración durante cerca de dos horas, desde en torno a las 20:00 horas y hasta poco antes de las 22:00 horas.

En su relato ante el juez, Francisco José G.A., de 52 años de edad, ha asumido, a diferencia de muchos políticos, que cometió un fallo humano al entrar a más de 190 kilómetros por hora en una curva limitada a 80 kilómetros por hora, según han asegurado a Europa Press fuentes conocedoras del testimonio del conductor del convoy.

Según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), ninguna de las partes solicitó prisión para Francisco José G.A. al no apreciarse que exista riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, las dos condiciones que impone la justicia española para decretar semejante medida.

Así, el juez tuvo que acordar su libertad provisional sin fianza, pero el maquinista tendrá que comparecer semanalmente en el juzgado que se designe. Además, se le ha prohibido abandonar  el territorio nacional sin autorización judicial durante seis meses y se le ha intervenido de forma cautelar su licencia profesional para la conducción de ferrocarriles por igual plazo.

Aparte del juez y del fiscal del caso, Antonio Roma, en el testimonio del maquinista, que el pasado jueves se acogió a su derecho a no declarar ante la Policía, este domingo estuvieron presentes, como partes personados en la causa Renfe, Adif y dos compañías aseguradoras para quien el conductor, con su perfil en las redes sociales se ha convertido en un diamante en bruto para librarse de las acusaciones por no imponer algunas medidas de seguridad que, por valor de 14.000 euros, habrían impedido el accidente.

Testimonio emotivo

Fuentes que asistieron al pase a disposición judicial explicaron que la mayoría de las preguntas que se le plantearon al maquinista se centraron en intentar averiguar las razones por las cuales  no frenó y describieron como "muy emotivo" el testimonio del maquinista.

Antes de iniciar el interrogatorio al conductor del convoy, en primer lugar se realizó en dependencias judiciales una diligencia relacionada con su móvil. Tras la entrega del atestado policial al fiscal y a los abogados presentes, fue cuando Francisco José G.A. empezó a prestar declaración durante cerca de dos horas.

No obstante, el conductor del tren accidentado no abandonó las dependencias judiciales hasta dos horas más tarde, a bordo de un coche policial igual al que le había conducido, a las 18:20 horas, desde la Comisaría compostelana, donde permanecía desde que este sábado a mediodía recibiera el alta médica en el hospital Clínico.

El maquinista del convoy siniestrado había sido detenido por la Policía a las 19:40 del pasado jueves en el Hospital Clínico, donde permaneció hasta mediodía del sábado para ser tratado de las heridas leves que había sufrido en el accidente.

Una vez que recibió el alta, Francisco José G.A. fue conducido a la Comisaría de Santiago, donde permaneció hasta las 18:15 horas de este domingo, momento en el que fue conducido esposado hasta los juzgados compostelanos.

Caja negra y testigos

Aparte del testimonio del conductor del tren, otra de las claves para intentar entender las causas del siniestro, radica en las cajas negras del convoy, que permanecen bajo custodia policial, a la espera de que en las próximas horas podrían ser escuchadas bajo la supervisión judicial y con la asistencia técnica de un perito especialista.

Por otra parte, la Policía también ha empezado a tomar declaración como testigos a los supervivientes del descarrilamiento del tren, de forma que la Policía Judicial está contactando con todos los supervivientes que resultaron ilesos y aquellos que sus heridas les permitan desplazarse hasta dependencias policiales.

En esta toma de declaraciones se les está preguntando a los pasajeros del Alvia accidentado cómo había transcurrido el viaje hasta el momento en que el tren descarriló en la curva A Grandeira, en el lugar de Angrois, a unos 4 km de la estación ferroviaria de Santiago de Compostela, dónde le habría sido muy difícil frenar a tiempo.

La Policía, que se encargó de elaborar el atestado sobre el siniestro, intenta averiguar si los pasajeros habían percibido algo que les resultase extraño durante el viaje y cómo se desarrollaron los acontecimientos posteriores al descarrilamiento.

Consecuencias

Aparte de las 79 víctimas mortales que provocó este trágico accidente ferroviario, la última de ellas registrada la pasada madrugada en el hospital Clínico de Santiago, un total de 70 personas heridas en el accidente permanecen aún ingresadas en los hospitales gallegos.

De ellos, 22 están en las unidades de críticos -20 son adultos y dos se encuentran en la UCI pediátrica-. Desde Angrois, donde se produjo el accidente, fueron trasladadas 178 personas heridas que proceden de diversas comunidades españolas, aparte de países como Argentina, Colombia, Perú, los Estados Unidos y el Reino Unido.

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