Nueva represión en Egipto

Nueva represión en Egipto

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Decenas de partidarios del presidente Mohamend Morsi han muerto en una batalla contra las fuerzas de seguridad.

La capital egipcia ha vivido este sábado una de sus jornadas más sangrientas durante este proceso de transición. Las victimas esta vez han sido decenas de partidarios del presidente islamista depuesto, Mohamed Morsi, quienes se vieron atacados en los alrededores de la mezquita de Rabá al-Audawiya durante la madrugada del sábado por un grupo de fuerzas de seguridad.

Aunque no se conoce una cifra exacta de los fallecidos durante la revuelta, las autoridades dan cifras de entre 130 y 72 fallecidos, y ascienden la cifra a miles de heridos. Los ataques ocurrieron tras el ultimátum de 48 horas dado a la Hermandad para que se sumara a su hoja de ruta, y solo unas horas después de que cientos de miles de personas expresaran su apoyo al Ejército en su lucha contra el terrorismo. Algunos de los testimonios dados por activistas islamistas afirman que el ataque se produjo sin ninguna provocación, primero con gases lacrimógenos y después con disparos que provocaron las muertes.

“El combate fue muy desigual. Ellos tenían francotiradores apostados en las azoteas de los edificios de la avenida Násser, que disparaban a la cabeza, al cuello o al pecho. Nosotros montamos barricadas y utilizábamos piedras para repeler sus acciones”, aseguraba Ahmed, un joven desempleado. Según Ahmed, en la matanza también participaron varios baltaguiya (nombre por el que se conoce a los matones a sueldo que dispersaba a la fuerza las manifestaciones durante la era Mubarak).

Sin embargo, la versión que da la policía es totalmente diferente. El ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, afirmaba que los manifestantes iban armados y que la policía sólo se defendió, pero no con armas de fuego sino con gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes con la finalidad de evitar que cortaran la carretera del 6 de Octubre. Sin embargo, uno de los médicos voluntarios del hospital provisional que se montó tras el ataque,  aseguraba que todas las muertes se produjeron impactos de balas.

El propio ministro declaraba que el Gobierno espera que los manifestantes entren en razón y pongan fin a las protestas mientras ellos desalojan el campamento de Rabá al-Audawiya de acuerdo a la ley.

Por su parte, un portavoz de la Hermandad, Ahmed Aref, ha declarado en una rueda de prensa que la agresión fue una “masacre”.  Además, declaraba que su voluntad es continuar con las movilizaciones, a pesar de las amenazas del Gobierno. 

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