Trágico inicio de la primera JMJ de Fráncisco

Trágico inicio de la primera JMJ de Fráncisco

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro se han enfrentado en la noche del lunes con un grupo de manifestantes frente al palacio Guanabara, sede del Gobierno local, tras la salida del recinto del Papa Francisco.  

En base a las primeras informaciones, recogidas por el diario brasileño 'Folha de Sao Paulo', algunos de los manifestantes habrían lanzado latas y botellas contra los agentes, que han respondido con el uso de gases lacrimógenos.

La Policía ha anunciado además la detención de un manifestante bajo la acusación de haber lanzado un cóctel molotov. Por su parte, varios testigos han afirmado que algunos agentes se han infiltrado en la protesta para reventar la manifestación.

En el marco de la misma, alrededor de 20 integrantes del grupo 'Bloque Negro', de tendencia anarquista, han incendiado un muñeco que representaba al gobernador del estado, Sergio Cabral.

Asimismo, un grupo de mujeres ha participado en la manifestación para solicitar un estado "laico" y la mejora de sus derechos civiles. "Estamos a favor del estado laico. Somos libres y, por ello, hacemos esta intervención", han sostenido.

Buen comienzo para tan mal final

El avión A330 de Alitalia en el que viajaba el Papa Francisco aterrizó a las 15:45 horas (20:45 horas en España) en el aeropuerto internacional 'Galeao/Antonio Carlos Jobim' de Río de Janeiro (Brasil) tras 12 horas y 15 minutos de vuelo y 9.201 kilómetros recorridos. Al bajar habría saludado a Dilma Rousseff pero sin besar el suelo, como sus antecesores.

En su primer acto con las autoridades brasileñas, el Sumo Pontífice afirmó no traer "ni oro ni plata, sino lo más valioso, Jesucristo", a la vez que afirmó que la juventud es "el ventanal por donde entra el futuro en el mundo".

"No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo. La paz de Cristo esté con vosotros", afirmó Francisco en la ceremonia de bienvenida ante la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en el palacio de Guanabara.

El pontífice agregó que su visita a Brasil va más allá de las fronteras, ya que se debe a la celebración en Río de Janeiro de la JMJ y su deseo de encontrarse con los jóvenes de todo el mundo, "que hablan idiomas diferentes, pertenecen a culturas diferentes y sin embargo encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los une por encima de cualquier diferencia".

Francisco manifestó que sabe que dirigiéndose a los jóvenes habla también a sus familias, comunidades eclesiales y naciones de origen, "a los hombres y mujeres de los que depende en gran medida el futuro de estas nuevas generaciones".

También pidió a los adultos que garanticen a los jóvenes la seguridad y educación, le transmitan valores duraderos "por los que vale la pena vivir", le aseguren un horizonte trascendente "para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien" y le dejen en herencia un mundo que corresponda "a la medida de la vida humana".

El papa Bergoglio añadió que hay que despertar en los jóvenes las mejores potencialidades para que sean "protagonistas de su propio porvenir y corresponsable del destino de todos".

Preocupado por el paro juvenil

Antes de volar, el Papa Francisco habría advertido este lunes de que el mundo está en riesgo de que haya una generación perdida de jóvenes desempleados al tiempo que reclamaba una cultura más inclusiva.

El Pontífice habló con los periodistas que cubren la información del Vaticano a quienes les ha mostrado su preocupación sobre cuántos jóvenes que no tienen trabajo están condenados a una cultura del desecho que también daña a la senectud.

"La crisis mundial no está tratando bien a la gente joven... Corremos el riesgo de tener una generación que no trabaja. Desde el trabajo llega la dignidad de la persona", ha subrayado Francisco en declaraciones preparadas para los periodistas vaticanistas.

"La juventud del momento está en crisis" -ha manifestado el Pontífice-. "Hemos llegado a acostumbrarnos a una cultura del desecho. Hacemos lo mismo con los ancianos, pero esta gente que está fuera del mercado laboral incluso están afectadas por una cultura donde cualquier cosa es dispensable. Tenemos que parar este hábito de expulsar las cosas. Necesitamos una cultura de la inclusión". "Ese es el mensaje que quiero traer en este viaje", ha concluido.

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