Cronología del Caso Bretón

Cronología del Caso Bretón

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Todo comenzó con la denuncia de la supuesta desaparición en el parque Cruz Conde de Córdoba de los pequeños hermanos Bretón Ortiz en 2011, y ya todo ha terminado tras tres largas e intensas semanas de proceso judicial. Repasamos cronológicamente todo lo ocurrido.

Octubre de 2011

El sábado 8 de octubre, José Bretón denuncia la desaparición de sus dos hijos, Ruth y José, en una llamada a las 18.40 horas. Según declaraba, los perdió de vista un momento mientras paseaban en el Parque Cruz Conde y no volvió a verlos. Estaba pasando con ellos el fin de semana en unos momentos muy duros para la familia, pues el matrimonio acababa de iniciar los trámites de separación. En el relato de los hechos a la policía, Bretón dijo que estuvo comiendo con sus hijos en la finca familiar que poseen en Las Quemadillas, y después los llevó al parque. Sin embargo, no hay ninguna imagen ni testigo que situase al padre con los niños en tal lugar.

El lunes 10 de octubre, la Policía Científica lleva a cabo el primer registro de la finca Las Quemadillas, donde encuentran los restos de una gran hoguera. Según Bretón, son las cenizas de la pira en la que quemó los recuerdos y las fotografías de su fallido matrimonio, pero la historia no encaja del todo, pues encuentran en ella restos óseos, aunque según el primer informe policial resultan ser de origen animal. Al día siguiente, martes 11 de octubre, continúa el registro de la finca mientras que miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) rastrea el río Guadalquivir, buscando, sin ningún éxito, los cuerpos de los pequeños.

Es el día 14 de octubre, viernes, casi una semana después de la llamada de Bretón, cuando éste decide presentarse por primera vez en Comisaría como denunciante.

Cuatro días más tarde, el martes 18 de octubre, José Bretón es detenido. Las causas que llevan a las autoridades a llevar esta acción son las lagunas y contradicciones encontradas en el relato de Bretón acerca de la desaparición de los niños.

El jueves 20 de octubre, termina un segundo registro de la finca, sin resultados que ayuden demasiado a esclarecer lo acontecido. En este registro, se utilizaron georradares especiales para detectar cualquier anomalía en los terrenos adyacentes a la casa, concretamente el huerto de los naranjos. A pesar de no conseguir pruebas concluyentes, el juez determina que hay “indicios razonables de criminalidad”, por lo que prolonga la detención de Bretón.

Un día después, el viernes 21 de octubre, Bretón ingresa en prisión sin derecho a fianza, acusado de dos delitos: “detención ilegal cualificada de desaparición de menores” y “simulación de delito”.

El mes de octubre termina con registros que se inician el sábado 22 de octubre. El área de búsqueda se amplía a una gravera abandonada, próxima a la finca de Las Quemadillas, donde se localizaban varios pozos. Todos los registros terminan por ser improductivos.

Noviembre de 2011

A principios de mes, el jueves 3 y el viernes 4, la Policía lleva a Bretón a la finca de Las Quemadillas para realizar un nuevo registro de la vivienda, esta vez de manera exhaustiva; se levantaron solares y llegaron a tirarse falsos techos. Sin embargo, no encontraron pista alguna. Este fue el último registro de la finca familiar hasta 2012.

El martes 8 de noviembre, un mes después de la desaparición de los pequeños, el tema ha calado profundamente en Córdoba y en la sociedad española. Comienzan a darse manifestaciones de apoyo a la familia en Andalucía.

El miércoles 9 de noviembre, Ruth Ortiz, mujer de Bretón y madre de Ruth y José, se presenta en el caso como acusación particular.

La Policía prosigue con la investigación del caso. El viernes 11 de noviembre, reconstruye el itinerario que, supuestamente, Bretón siguió hasta el parque. Hacen pruebas con muñecos de características físicas similares a los niños y calculan los tiempos para verificar la versión de su padre.

El 23 de noviembre, miércoles, Ester Chaves, portavoz de la familia materna, declara que aunque Bretón era un padre estricto en la educación de Ruth y José, era “incapaz de hacerles daño”. Continúan las manifestaciones solidarias de apoyo a la familia.

Diciembre de 2011

El miércoles 14 de diciembre y ante las búsquedas a nivel nacional que finalizaron sin rastro, el juez José Luis Rodríguez Laín ordena activar el código de búsqueda internacional de los niños a través de la Interpol.

Enero de 2012

A mediados del mes de enero, el jueves 19, la Policía continúa con la búsqueda de los niños en Córdoba ampliando el radio de búsqueda al polígono de Las Quemadas. También rastrea, por primera vez, un pozo de la zona.

Mayo de 2012

La investigación continúa sin datos relevantes hasta el mes de mayo, cuando el día 4, viernes, la familia de Ruth Ortiz comienza a plantearse que el padre de los pequeños fuese el culpable de su desaparición. María del Reposo Carrero, letrada de la madre de los niños, hablaba de la venganza y los celos como posibles móviles que habrían llevado a Bretón a matar a sus hijos. Es la primera vez que comparece Ruth Ortiz ente el juez instructor.

Junio de 2012

El lunes 11 de junio, se reanuda la búsqueda de los niños por la finca de Las Quemadillas, pero esta vez es diferente: la madre de los pequeños participa en esta búsqueda, pues el juez le pide su colaboración para conocer si la finca ha sufrido algún cambio físico en los últimos meses.
El 25 de junio, lunes, termina de nuevo, y sin éxito una vez más, el registro de la finca con georradar para encontrar los cuerpos de los niños.

Agosto de 2012

El lunes 27 de agosto, la familia materna de los niños ratifica que ha recibido la confirmación de la aparición de restos de los dos niños encontrados en la hoguera de la finca, confirmación efectuada por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Este dato revoluciona a la sociedad en torno al caso Bretón, y comienzan las marchas en silencio y con veras en recordatorio de los niños Ruth y José.

Septiembre de 2012

El miércoles 5, el juez del caso, Rodríguez Lainz, acusa a José Bretón de dos delitos de asesinato con alevosía y agravante de parentesco. Además, el secreto de sumario se levanta del caso Bretón. El día 5 es también importante en el desarrollo de los acontecimientos porque la Dirección General de la Policía releva a la técnica de Antropología que aseguró en el informe que los restos óseos encontrados eran de animales.

El jueves 6, los huesos encontrados en Las Quemadillas son identificados como “inequívocamente humanos” por el equipo de antropólogos forenses de la Universidad Complutense de Madrid, quienes dejan claro que a pesar del estado de los mismos, “muy deteriorados”, pertenecían a dos niños.

El miércoles 12 de septiembre, Bretón continúa con su negativa ante el juez, declarándose inocente de los cargos que se le atribuyen.

El miércoles 19, el abogado del acusado rechaza el jurado popular y reclama uno profesional porque alega que es muy difícil encontrar ciudadanos “no contaminados” por el caso, es decir, capaces de ser objetivos.

Jueves 20. La Policía Científica acude a la prisión de Alcolea (Córdoba) para conseguir muestras de ADN de Bretón.

A finales de septiembre, el miércoles 26, un informe revela que el hermano del acusado, Rafael Bretón, manipuló el teléfono móvil de José para eliminar conversaciones “comprometedoras”, y el viernes 28, once forenses y peritos confirman ante el juez los informes que determinaron que los restos óseos eran humanos. La perito encargada del primer informe, que calificó los huesos como “restos óseos de animales”, rectifica y pide perdón a la familia.

Octubre de 2012

El martes 2 de octubre, Ruth Ortiz, madre de los niños, se comunica públicamente por primera vez tras la corrección de los informes de los restos óseos encontrados en Las Quemadillas. Los nuevos informes confirmaban, además de que se trataba de restos óseos, que las edades de los mismos eran de dos y seis años, edades que coincidían con las de sus hijos. Sus palabras en la Misa de Angelis en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, dejaban solemnes mensajes resonando en el sagrado lugar en el que miles de personas la escuchaban, mensajes como que el destino de sus hijos era “ser niños durante poco tiempo en la Tierra y ángeles eternamente en el Cielo”.

Una semana después, el martes 9 de octubre, Bretón comunica a través de la figura de su abogado que cree que los restos óseos encontrados en la finca han sido manipulados y que, de ser humanos, no serían los mismos que los que la policía científica recogió tras la desaparición de los niños.

Noviembre de 2012

El viernes 16 de noviembre, una compungida Ruth Ortiz pide a las autoridades que le permitan enterrar los restos de sus hijos en Las Quemadillas: “Solo quiero ver enterrar a mis hijos, los parí y tengo derecho a enterrar lo que el desgraciado de su padre ha dejado de ellos”, declaraba.

El martes 20 de noviembre, el juez instructor, José Luis Rodríguez Lainz, rechaza la petición de Ruth Ortiz por considerar los huesos como “piezas de convicción” del caso, lo que imposibilita que sean enterrados hasta la existencia de una sentencia firme.

Diciembre de 2012

El martes 11 de diciembre, la acusación particular pide 40 años de cárcel para José Bretón, 20 por cada asesinato, que es la pena máxima para este tipo de delitos.

Enero de 2013

El 9 de enero, miércoles, la abogada de Ruth Ortiz, María del Reposo Carrero, pide 40 años de cárcel para Bretón por el asesinato de sus dos hijos, 20 años por cada uno –pena máxima, como mencionábamos antes– y solicita, además, un año de multa.

Por otro lado, el 16 de enero se pronunciaba la Fiscalía, quien pedía también 40 años de prisión por los dos asesinatos, así como una indemnización de 600.000 euros para Ruth, su ex mujer.

Abril de 2013

El 17 de abril, la Audiencia Provincial de Córdoba fija el juicio a José Bretón para el día17 de junio.

Mayo de 2013

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rechaza anular parte de la causa contra Bretón el martes 14 de mayo, y anula y ordena que se excluyan del procedimiento todas las conversaciones grabadas entre el 11 y el 24 de octubre a sus hermanos por “afectar ilegítimamente a su intimidad”. Dos días más tarde, el jueves día 16, el abogado de Bretón ultima su defensa e incide en que no hay pruebas de ADN.

El proceso judicial

Han sido tres largas semanas en la Audiencia Provincial de Córdoba, que han dejado momentos tan espeluznantes como las palabras de Bretón, quien tras declararse inocente de los cargos que quieren imputarle ha pronunciado las siguientes palabras: “Me parece increíble que, a día de hoy, todavía no sepamos dónde están mis hijos”.

Durante las diferentes sesiones, se han presentado pruebas que demuestran más que simples indicios, como los huesos de los niños. La fiscal, por otro lado, ha hecho hincapié en que la versión de que Bretón perdió a los niños en el parque es inverosímil, pues la reconstrucción policial que se llevó a cabo para demostrar la verosimilitud de lo sucedido demostró “que los niños nunca llegaron allí”, defendía.

Otras pruebas que apuntan a su culpabilidad son los 270 litros de gasolina que, en quince días, había ido reuniendo para preparar su plan, lo que demostraba que tenía todo listo para ese día, hecho que encaja con el no querer cambiar el fin de semana que le tocaba pasar con los niños. Según la abogada de la acusación, María del Reposo Carrero, Bretón “hizo acopio de abundante gasolina, de leña para hacer una pira funeraria e hizo una hoguera enorme donde quemó a sus hijos de forma premeditada” con el fin de “hacer sufrir a Ruth”.

También ocupa un lugar relevante entre las pruebas la compra de dos tranquilizantes que no se han encontrado. Bretón dijo que los tiró pero la Fiscalía sostiene que fueron suministrados a los niños para “adormecerles o causarles la muerte”.

Bretón y su abogado defensor, José María Sánchez de Puerta, continúan en su versión y defensa de la inocencia del acusado, y se atienen a que no se ha podido extraer el ADN de los huesos encontrados por las altas temperaturas – más de 1.000ºC– a las que fueron sometidos, por lo que, de manera científica, nunca podrá conocerse la identidad de dichos restos. También la defensa sigue insistente en la versión de que la cadena de custodia de los huesos se rompió, alegando que no puede creer que Josefina Lamas, reconocida en su profesión, “se haya podido equivocar” y que los huesos “fueron cambiados” después del primer examen.

Bretón es culpable

Para la defensa, José Bretón es inocente y debía ser absuelto, mientras que la fiscal y la acusación particular piden que se le condene a 40 años de prisión, por presuntamente haber asesinado en octubre de 2011 a sus dos hijos, Ruth (seis años) y José (dos años) y haber denunciado falsamente su desaparición.

De nada han servido las estratagemas de la defensa o del propio Breton. El veredicto —que ha sido comunicada oficialmente por el jurado al magistrado-presidente del tribunal, Pedro J. Vela, hacia las 11.30 de la mañana del pasado viernes— ha sido unánime y ha llegado en la cuarta jornada de deliberación.

Todos han trabajado con “meticulosidad”, exponiendo todos sus argumentos para cada pregunta de un objeto del veredicto compuesto por algo más de veinte hechos, sobre los que debían manifestar si están o no probados, tras el juicio que arrancó el 17 de junio.

A la 1 de la tarde arrancaba en la Audiencia Provincial de Córdoba, la lectura del veredicto del caso que ha trastocado y ocupado horas de la programación española durante muchos largos meses.

José Bretón ha permanecido cual estatua con los ojos muy abiertos, mostrando su incredulidad, al escuchar la lectura del veredicto del jurado popular en la sala de vistas. Sólo ha habido unos escasos momentos en los que el acusado ha desviado la vista para fijarla en la hoja que su letrado, José María Sánchez de Puerta, tenía sobre la mesa.

La madre de los niños, Ruth Ortiz, ha acudido vestida de negro a la lectura del veredicto. El jurado ha argumentado su postura sobre cada hecho delictivo imputado a Bretón y ha considerado probados por unanimidad todos y cada uno de los puntos del veredicto.

Según el veredicto han considerado que ha quedado suficientemente probado durante la vista oral, a tenor de las testificales, periciales y documentales, que los restos óseos hallados en la candela pertenecen a estos niños, por lo que entienden que el acusado es el responsable de su muerte, a pesar de que no se haya podido extraer ADN para que genéticamente no haya dudas.

Utilizó los tranquilizantes

Por otro lado, el jurado ha considerado probado que al salir de la casa de sus padres, el acusado, con el que iban sus hijos, se dirigió con su vehículo hacia Las Quemadillas "suministrándoles a éstos durante el trayecto, o al llegar a la misma, un número indeterminado de pastillas de los tranquilizantes Motivan y Orfidal, para facilitar su adormecimiento total y/o su muerte". Esto era una teoría de la fiscal y la acusación particular que no pudo ser demostrada durante la vista oral, aunque sí se confirmó que el psiquiatra le recetó los medicamentos para aliviar su ansiedad por la separación y Bretón no ofreció una "versión lógica" de lo que había hecho con ellos.

Hubo alevosía

Los miembros del jurado han considerado probado igualmente que Bretón "prevaliéndose de su condición de padre y de su mayor fortaleza física, confianza de los niños y autoridad sobre ellos, acabó con la vida de sus hijos". Y para todo ello, permaneció junto a la hoguera hasta las 17.30 horas con el fin de continuar alimentándola con gasoil (acelerante) para mantener la elevada temperatura que permitiera la total calcinación y desaparición de los cuerpos de sus hijos. Hubo alevosía, por lo que los delitos serán tipificados como asesinato, no como homicidio.

El tribunal popular no ha considerado probado que José Bretón cogiera el Kia Picanto de su hermana Catalina la mañana del día de los hechos para dirigirse a la parcela familiar para comprobar que no hubiera vecinos o cualquier otra circunstancia imprevista que le impidiera la ejecución de su plan, así como para culminar los preparativos del mismo.

Sin embargo, los peritos que analizaron los datos del teléfono móvil del acusado no pudieron precisar si éste salió de casa de su hermana Catalina aquella mañana en función de las llamadas que realizó desde su móvil.

Casi dos años de calvario

Fue el pasado lunes cuando quedó visto para sentencia uno de los casos más mediáticos de los últimos años junto con el caso Bárcenas y el caso Noos. Fue un ocho de octubre de 2011 cuando Bretón denunciara la desaparición de los dos pequeños en el Parque Cruz Conde de Córdoba, mientras jugaban. Así arrancó el calvario, personal para la madre de los niños, Ruth Ortiz, y colectivo para todos los vecinos de Córdoba, que se volcaron sin fisuras en intentar buscar justicia.

El juez José Luis Rodríguez acusó casi un año más tarde, el 5 de septiembre de 2012 a Bretón de dos asesinatos con alevosía y le comunicó que sería juzgado por un jurado popular.

El proceso comenzó el 17 de junio de 2013, con una primera sesión en la que Bretón solo varió su actitud impasible en un receso, arengando a su abogado e ironizando en referencia al informe de los huesos de sus hijos.

El veredicto de los miembros del jurado ha sido claro y ha refutado todos los hechos que la población española ya tenía asumidos: José Bretón es culpable.

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