“Libertad” nos traslada hasta el Medio oeste americano durante varias décadas, donde cuenta la historia de Patty y Walter Berglund. Padres de una familia que se encuentra en fase ascendente en la clase urbana, pioneros en la recuperación de un barrio degradado.
El matrimonio lo forman dos personas que quieren construir un mundo mejor, por un lado, Patty encarna a la vecina perfecta: Madre y esposa modelo además de ser poseedora de una facilidad pasmosa para hacer todo correctamente. Por otro lado, está Walter que es un abogado ecologista, fiel defensor del transporte en bicicleta.
Pero no todo es perfecto en la vida de los Berglund, y las nuevas mentalidades a las que se ven expuestos dan un vuelco a su vida. Su hijo se va a vivir con unos vecinos republicanos, Walter debe dejar su lado ecologista al margen y comienza a trabajar en una compañía minera, pero por si esto fuera poco, Patty olvida a su familia y la figura que representa para acabar preocupándose tan solo de su propia felicidad, donde interviene también Richard Katz, un antiguo compañero de Walter, un hombre fuera de lo común y demasiado mujeriego.
De este modo se planifica una historia entre pasiones, tentaciones, errores y demasiadas consecuencias que tejen lo que muchos han calificado como la novela de este siglo
Franzen ha sido nominado a multitud de premios como el Pulitzer y se ha hecho con otros como el National Book Award, por lo que no es de extrañar el colapso de artículos y portadas que se dieron con la publicación de este último libro.
“Libertad” y sus juegos de palabras nos representan la situación actual de la sociedad y han conquistado a lectores de todo el mundo, incluso a Obama. Por lo que Jonathan ha conseguido cautivar a un público exigente mostrando de qué pie cojeamos.
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