El creador del “Test de Turing”, el cual era utilizado para determinar si una máquina se podía considerar “inteligente”, fue el padre de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna. Considerado uno de los héroes de la Segunda Guerra Mundial al lograr descifrar los códigos secretos de los nazis, siendo director de la sección Naval Enigma, al terminar la guerra diseñó uno de los primeros computadores electrónicos programables digitales entre otras muchas cosas.
A pesar de su grandeza en el territorio electrónico, fue condenado por "indecencia grave y perversión sexual" tras reconocer haber estado involucrado en una relación de amor con otro hombre. Se le dieron dos opciones: la castración química y una pena de prisión, y este optó por la primera, la cual le causó graves alteraciones físicas.
Tras dos años de transcurrir el juicio, Turing murió por envenenamiento por cianuro tras digerir una manzana envenenada. La gente pensó que fue una muerte intencionada, aunque lo declararon suicidio, mientras que su madre alegaba que fue un accidente por falta de precauciones al almacenar las sustancias químicas del laboratorio. Otros tantos creen en la hipótesis de que fuera un asesinato.
Tras una misteriosa muerte el 10 de septiembre de 2009, el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, emitió un comunicado declarando sus disculpas en nombre del gobierno por el trato que recibió Alan, aunque en el 2012 se le volvió a negar el indulto alegando que por aquel entonces la homosexualidad era un delito penal.
Por la mentalidad cerrada de antepasados perdimos a uno de los grandes de la cibernética y, a día de hoy, esa mentalidad prevalece en muchas de personas castigando a cientos de homosexuales sin saber que la persona que tienen delante puede ser el descubridor de la cura definitiva de muchas enfermedades o el creador de alguna cosa increíble.
Si (
No(
