El Gobierno italiano de "los grandes acuerdos", como fue bautizada esta coalición acrobática entre el centroizquierda y el centroderecha tras las elecciones del mes de febrero, parece estar herido de muerte tras la sentencia por el caso Ruby por la que se dicta una condena de 7 años de cárcel para Silvio Berlusconi y su inhabilitación de por vida de cualquier cargo público por abuso de poder y prostitución de menores. Il Cavaliere, que espera una nueva condena el jueves por la compra ilegal de la editorial Mondadori, se reunirá esta tarde con el primer ministro, Enrico Letta.
El tema a tratar no es otro que la posición de Italia de cara al Consejo Europeo de finales de semana, el mismo que reúne a Izquierda y Derecha en nuestro país, y los decretos sobre la rebaja del IVA y la eliminación del IBI por la vivienda habitual que quiere impulsar el Pueblo de la Libertad (PdL) de Berlusconi, pero seguramente ambos líderes aprovecharán la ocasión también Para el ala dura de este partido, representada en gregarios como Fabrizio Cicchitto y el exministro Renato Brunetta, es el momento de dar un golpe encima de la mesa. Y eso pasa por la deserción de todos los diputados del PdL y su salida de la coalición ─ la pacificación, que lo llama el primero ─o por un verano de manifestaciones y recogida de firmas contra la magistratura, como por otra parte acostumbra a hacer el partido. Esta noche, en el centro de Roma, diputados y seguidores del magnate, se concentrarán en Piazza Farnese en Roma para mostrar su rechazo a esta sentencia que consideran política.
Por otra parte el ala menos dura, encarnada seguramente en el secretario general, Angelino Alfano, pide tiempo y anima a Berlusconi a seguir adelante porque posiblemente la apertura de un proceso electoral─ que como ya sucediera en febrero podría retrasar de nuevo los procesos contra Il Cavaliere─ no significaría una victoria rotunda para el partido y sólo serviría, muy probablemente, para asquear aún más a los ciudadanos que están cansados de su clase política.
El Partido Democrático (PD) acabaría proponiendo como candidato al alcalde de Florencia, Matteo Renzi, ─considerado por algunos la esperanza del centroizquierda y por otros un neoBerlusconi socialdemócrata ─ y conseguiría recuperar el terreno que perdió en los anteriores comicios.
Letta, confiado
Letta, sin embargo, está convencido de que sin el PdL el Gobierno no se hundirá. De hecho, entraría de nuevo en escena el presidente de la República, Giorgio Napolitano, que o bien intentaría que Letta pactara con los rebeldes del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo e Izquierda Ecología y Libertad de Nichi Vendola, o podría, incluso, volver a convocar un Ejecutivo técnico.
Así que todo está en el limbo y, como casi siempre en Italia, por culpa de Berlusconi.
Duras repercusiones para los testigos
Más oscuro se presenta el panorama para 32 testigos del caso Ruby que dieron su testimonio a favor de Berlusconi y ahora podrían acabar siendo procesados. Entre ellos hay la friolera de una veintena de diputados del PdL, varias jóvenes de las que asistían a las fiestas de Arcore y hasta Apicella, trovador de cabecera de Il Cavaliere.
Un tribunal de Milán condenó el lunes al ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi a siete años de prisión y le prohibió ejercer cargos públicos, después de declararlo culpable de pagar para mantener relaciones sexuales con una menor de edad y de abuso de autoridad para encubrir la relación. Berlusconi no tendrá que ingresar en prisión a menos que la sentencia sea confirmada en una apelación.
Las tres juezas del tribunal que ha juzgado en primera instancia a Berlusconi desde abril de 2011 dictaron una condena para el ex primer ministro italiano superior a los 6 años de prisión que habría solicitado la fiscal, Ilda Boccassini, y ordenaron además la confiscación definitiva de los bienes incautados a Ruby destinados a cometer el delito.
El ex primer ministro fue declarado culpable de pagar para tener sexo con la ex bailarina de un club nocturno Karima El Mahrug - más conocida por su nombre artístico "Ruby Rompecorazones" - cuando era menor de edad, durante las famosas fiestas "bunga bunga" en su lujosa residencia en las afueras a Milán. El tribunal compuesto por tres magistradas también declaró a Berlusconi, de 76 años, culpable de abuso de autoridad al arreglar la puesta en libertad de la joven tras ser detenida en un caso aparte de robo.
Tras conocer la decisión de las tres juezas, Niccolò Ghedini, abogado del ex primer ministro, dijo no estar sorprendido por el sentido de la misma y anunció que recurrirán la condena, que no será efectiva hasta que no sea en firme. "Es una condena que queda fuera de la realidad y de las actas procesales. El tribunal no ha tenido en cuenta la realidad", dijo Ghedini ante los periodistas a la salida del Palacio de Justicia de Milán.
Para la Fiscalía, no existen dudas de que Berlusconi estaba al tanto de que Ruby era menor de edad cuando participó en sus fiestas y supuestamente mantuvo relaciones sexuales pagadas entre febrero y mayo de 2010, meses antes de que la joven, en noviembre de ese año, cumpliera los 18 años.
La Fiscalía también fue dura en cuanto a la acusación de abuso de poder, por la llamada que realizó el entonces primer ministro en mayo de 2010 a una comisaría de Milán en la que estaba detenida Ruby por un pequeño robo para exigir su liberación, asegurando que la chica era sobrina del entonces presidente egipcio, Hosni Mubarak, lo que la fiscal califica de “embuste colosal" y esto lo sabían también los agentes de la comisaría, pues ya entonces se hablaba de la relación con otra joven, Noemí Letizia.
Aún le queda una estela de juicios pendientes de resolverse
El pasado día 3, los abogados de Berlusconi habían pedido la absolución de su cliente, acusando a las juezas de estar predispuestas contra la defensa y que a la fiscal le une una "cercanía cultural" con las magistradas y actúa en base a prejuicios.
Berlusconi también tiene pendiente la resolución (previsiblemente en octubre), del Tribunal Supremo sobre su condena por fraude fiscal en el caso Mediaset a 4 años de cárcel y 5 de inhabilitación para cargo público y la apelación de la condena a un año de cárcel del caso Unipol, por la publicación de escuchas telefónica en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo.
Asimismo, a finales de mes comenzará la audiencia preliminar del juicio por la supuesta compra en 2007 del senador Sergio de Gregorio para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi.
Ya por lo civil, il Cavaliere tiene pendiente la decisión del Supremo (que empieza a estudiar el asunto a final de mes) sobre la sanción de 560 millones de euros a su grupo empresarial Fininvest por los daños patrimoniales causados al conglomerado CIR en la pugna por la editorial Mondadori, así como la apelación por la sentencia de divorcio de su segunda esposa, Verónica Lario.
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