Y lo hace con este mensaje: "Quiero seguir cobrando o, si no, tendréis problemas, porque hablaré". Simancas ha dicho en una entrevista que el "paseo infame de Tamayo por la Puerta del Sol hace unos meses –momento en el que pidió ser recibido por la presidenta Esperanza Aguirre y ella se negó- era una amenaza en toda regla" y que los "papeles que han surgido casualmente 10 años después supuestamente manuscritos por Tamayo son evidentemente un nuevo toque de atención".
"Todo parece indicar que se trata de una estrategia parecida a la del señor Bárcenas, un aviso al PP para que paguen", apuntaba el que fuera durante 7 años líder de los socialistas madrileños, refiriéndose a los denominados 'papeles de Tamayo' publicados en Infolibre, donde el tránsfuga socialista Eduardo Tamayo plasma con su puño y letra un esquema sobre la estructura y ejecución del tamayazo consistente en cuatro folios en los que Tamayo desvelaría la organización del complot y tendría anotados los nombres de políticos y empresarios que estarían involucrados
Simancas se muestra convencido de que "todas estas tramas acaban estallando desde dentro", de que "tarde o temprano esto ocurrirá" con el 'tamayazo' y que "muy posiblemente" exista una conexión con el caso Gürtel y el caso Naseiro.
Sobre quiénes podrían acabar en el banquillo, señala a los que se lo han "ganado a pulso": los ex socialistas Eduardo Tamayo, María Teresa Sáez y José Luis Balbás, el que fuera secretario general del PP de Madrid (2001-2004) Ricardo Romero de Tejada o los constructores Francisco Bravo y Francisco Vázquez y el empresario Dionisio Ramos.
Además Romero de Tejada era la "mano derecha de Miguel Blesa en la Ejecutiva de Caja Madrid" y que, por tanto, "no es una presa menor"-señala.
Y es que Simancas sostiene que la "sentencia ciudadana está dictada" y que "ocurrió lo que parece, y es que una banda de delincuentes, entre dirigentes del PP y detentadores de negocios en el suelo madrileño, con el concurso de 2 diputados traidores del PSOE, fraguaron un golpe institucional que doblegó la voluntad democrática de los madrileños"-que daba el gobierno de la Comunidad al PSOE.
Y "Todo el mundo sabe" que las razones para la traición de Tamayo y Sáez fueron "contantes y sonantes", es decir, "que se les pago y que cobraron"-señala al tiempo que asegura que tiene sus "sentimientos blindados" a esos recuerdos a escasos días de cumplirse el décimo aniversario del 'tamayazo', pero lo que le "obsesiona" es qué hubiera sido de Madrid y de los madrileños con el gobierno que votaron en mayo de 2003 (con mayoría de PSOE e Izquierda Unida).
Recuerda que en aquel verano de 2003 la dirección federal del PSOE y su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, estuvieron "muy cerca" del Partido Socialista de Madrid (PSM), "respaldándole en su tarea de esclarecimiento de los hechos", y que el propio Zapatero fue quien impulsó la querella que presentó entonces el fallecido Gregorio Peces Barba ante el TSJM para que se investigara.
No obstante, reconoce que cuando Zapatero accedió a la presidencia del Gobierno le planteó que "como no había nuevos elementos probatorios para impulsar una investigación judicial, situar el tamayazo en el centro de la vida pública simplemente en términos políticos no resultaba del todo interesante y que la gente nos iba a seguir reprochando que esos dos elementos hubieran conseguido entrar en nuestras listas".
"Me lo planteó y yo lo entiendo perfectamente", afirma pero recalca que lo que hubiera ayudado habría sido una "actuación policial y de la Fiscalía rápida y eficaz", pero que el entonces fiscal jefe de Madrid Mariano Fernández Bermejo -luego ministro de Justicia- "recibió una instrucción clara y directa del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, a las órdenes de un Gobierno de Aznar para que no se investigara en absoluto y se enterrara todo" y lo hicieron, lo hicieron muy bien, “pero la porquería siempre acaba saliendo a flote"-señala.
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