Lo nuestro, en peligro de extinción

Lo nuestro, en peligro de extinción

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

Escucha la noticia

La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente ha informado de que el 90% de nuestras 150 razas de ganado autóctono y casi 300 variedades vegetales locales únicas y propias de España están en peligro de extinción. Para ayudar a salvarlos ha lanzado una nueva campaña ConSuma Naturalidad, que te presentamos.

Lo nuestro, en peligro de extinción

El mundo cambia muy rápido y nosotros con él. Cada vez tenemos menos tiempo y buscamos obtener las cosas cada vez más fácil y a ser posible pagando menos. Esto también llega al campo, donde las variedades y razas comerciales de altos rendimientos se imponen, haciendo que nuestro campo se vea prácticamente obligado a utilizar las variedades y razas más productivas, olvidándose de las nuestras, lo que puede acarrear la desaparición de razas y variedades únicas en el mundo.
Porque nadie quiere trabajar más que los demás y obtener menos beneficio. Las razas autóctonas necesitan mayores cuidados y, por norma general, producen menos. Esto las convierte en prácticamente inviables en un mundo competitivo en el que las empresas de transformación imponen unos precios de compra tan bajos que ni siquiera pueden salvar sus costes. Imagínate si, encima utilizas razas o variedades poco productivas, pero que respetan al medio ambiente. Si te pagan poco y tienes que tener más animales para producir lo mismo, no salen las cuentas. Tan sólo te queda comprar la vaca comercial que produce más con menor coste y rezar porque te valga para subsistir. Así estaba y permanece el campo hoy en día.
Naturalmente, los pocos productores que se deciden a utilizar razas autóctonas, necesitan de una subvención para poder subsistir.
Lo que cuesta trabajo sacar adelante nadie lo quiere, por lo que la inmensa mayoría ha elegido durante años, las variedades y razas más productivas, lo que nos ha hecho más vulnerables, porque se destruye una biodiversidad perfectamente adaptada a las condiciones de nuestros ecosistemas, una biodiversidad que nuestros ancestros sufrieron para crear y que nos podría reportar hasta cierta soberanía en la alimentación.
El problema es que muchas personas desconocen el origen de los alimentos que tomamos, porque muy pocos saben la diferencia entre un pimiento de piquillo y uno de Herbón, el “verdadero pimiento de piquillo”. Esto genera tensiones entre el medio rural productor y los consumidores que no ven el esfuerzo que supone utilizar lo nuestro, en vez de lo foráneo.
Según una encuesta realizada por esta Fundación, el 70% de los agentes rurales considera que el origen del producto no condiciona las decisiones de compra de los consumidores, pero éstas decisiones si repercuten mucho o bastante para mal en el medio ambiente, según el 90% de los encuestados.
De estos, el 66% aseguran que el consumo de productos del entorno cercano favorece la calidad de vida de los habitantes y más de la mitad, critican la falta de interés de los consumidores por los productos que consumen.
Para combatir esta actitud, más de 9 de cada 10 agentes considera muy o bastante útil la realización de campañas de comunicación y sensibilización que tengan como objetivo despertar la conciencia del consumidor sobre la riqueza que puede salvar mediante hábitos de consumo responsable.
La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente presenta para alcanzar este objetivo un proyecto denominado ConSuma Naturalidad con la que pretende ofrecer a los ciudadanos una fórmula para ayudar a preservar la biodiversidad a través de la alimentación, para lo que desarrollará campañas de información sobre los beneficios de las producciones agrarias producidas a partir de materias primas autóctonas o locales y otorgándoles un nuevo sello de garantía, su marca, ConSuma Naturalidad.
La idea cuenta con apoyo institucional a nivel europeo, habiendo obtenido una financiación del programa LIFE+ y nosotros desde aquí queremos dar a conocer la importancia de valorar lo que es nuestro, nuestras razas y nuestras variedades. Porque si nosotros no lo valoramos, otros lo harán. Cogerán lo que es nuestro, se lo llevarán a sus países, lo mejorarán y luego vendrán dentro de unos años a vendérnoslo y nosotros, pobres ingenuos, se lo compraremos.
Ya ha pasado con algunas de nuestras producciones. ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir?

Lo nuestro, en peligro de extinción
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios