No es una solución

No es una solución

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El investigador del CSIC Josep Maria Gili subraya ante la recomendación de la FAO de incorporar las medusas a la dieta humana que, el 95% de ellas es agua y, a priori, sólo una es comestible.

Según este investigador sólo una especie del Mediterráneo de estos organismos celentéreos resultaría comestible. Gili señala que si bien la Cotylorhiza tuberculata, también conocida como 'huevo frito', se podría comer, para que llegase al consumo humano habría de pasar una serie de pruebas toxicológicas, requeridas por la UE desde el punto de vista sanitario.

Y es que en un documento publicado esta semana, la FAO habría recomendado, tal como hiciera antes con los insectos para acabar con el hambre en el mundo, utilizar como alimento las medusas como estrategia para frenar su proliferación en el Mediterráneo y en el mar Negro.

Gili argumenta en contra de esta propuesta que otro problema que se da en el Mediterráneo con respecto a esta especie, la Cotylorhiza tuberculata, es que se trata de una especie muy estacional, es decir, que sólo se encuentra en las costas durante un máximo de dos meses, puede que incluso menos.

"Lo que habría que hacer si se coge es guardarla, conservarla, preservarla y eso requiere una comercialización que en estos momentos no existe", comenta el investigador.

¿Y el resto de especies?

Otras especies más abundantes como la Pelagia noctiluca tiene un contenido tóxico más elevado, por lo que el tratamiento previo para su consumo resultaría "demasiado caro y complejo para que resulte rentable", indica Gili.

No obstante, este representante del Instituto de Ciencias del Mar no descarta que al final acabemos comiéndolas  ya que cada vez, e inevitablemente, las medusas van a estar más presentes en la fauna marina y los pescadores las van a sacar del mar "¿por qué no buscar su consumo?".

 Aun así, insiste en que no se trata de un tema trivial. "No es cogerlas y comerlas, no es recomendable que nadie lo haga por su cuenta y riesgo, hay que hacer una serie de tratamientos para no tener un problema toxicológico importante; una medusa fresca te puede llevar al hospital inmediatamente"- ha dicho advirtiendo con claridad del peligro.

Gili recuerda que hace siglos que alguna culturas asiáticas las comen. "Que eso se extienda a otros puntos del planeta es factible, pero no forma parte de nuestra cultura, no porque abunden tendremos que tener la obligación de comerlas", recalca.

El 95% de la medusa es agua y el 5% restante es una proteína muy lábil. "Habría que comer mucha para que nos satisfaga; se trata de un complemento dietético pero para nada es un alimento prioritario", concluye diferenciándolo de los insectos cuya proteína es de alto valor y sus valores grasos son saludables.

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