Aún hoy niega el robo del móvil que le puede llevar a la cárcel en menos de 10 días, a pesar de tener una sentencia en firme por robo con violencia y una falta de lesiones, lo que le supone dos años de prisión.
Fue condenada en el Juzgado de lo Penal 3 de Castellón en febrero de 2009 y la Audiencia de Castellón ratificó el fallo en septiembre de ese año. Pero María José Gimeno, de 27 años de edad y madre de un niño de cinco, aún no cree posible que, tras una "sentencia injusta", no pueda hacer nada más por evitar ir a prisión.
"Que no me esperen, que yo no voy. Con la cantidad de gente que se burla de la justicia y debería estar en la cárcel, y a mí vendrán a buscarme por una sentencia injusta, ¡qué ironía!", dice la joven madre.
"Todo el mundo reconoció en el juicio que no fui yo quien robó el móvil. Si no tienes testigos, pues vale, es la palabra de uno contra la de otro, pero es que hasta la víctima, un hombre de unos 30 años, reconoció que el móvil lo robó otra persona, un chico menor de edad, que también confesó el robo. Pero, al ser menor, le condenaron a dos años de libertad vigilada. De hecho, lo vi hace poco y no se puede creer que aún lo esté pagando yo todo", lamenta.
El fallo la considera coautora del delito
El problema es que el fallo, aportado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que reconoce que hasta la víctima señaló a un menor como el autor del robo, considera a María José como coautora del delito porque, según apreciaron Ministerio Fiscal y jueza, "sin su colaboración, el menor no hubiese huido con el móvil". En cambio, la versión de todos los afectados e incluso de la propia víctima, fue que cuando el menor intentó robar el móvil a la víctima, ambos forcejearon y cuando el denunciante redujo al menor, María José y otro chico se abalanzaron sobre él, por lo que el ladrón salió huyendo. Según María José, no es que ella estuviera al corriente de lo que sucedía sino que al ver a dos personas peleando intentó mediar para evitarlo, dando como resultado que el joven ladrón huyera.
La joven madre asume que la sentencia es firme porque le recomendaron aceptar el fallo de la Audiencia de Castellón, sin recurrir a instancias superiores, ya que, según entendieron tanto la defensa como en su entorno "me iban a suspender la entrada en prisión", puesto que no superaba los dos años de ingreso y carecía de antecedentes.
Su caso parece excepcional, por el cúmulo de malas suertes pues María José Gimeno fue imputada por un delito menor contra el patrimonio en enero de 2006 y antes de que se celebrase este juicio se vio implicada en esta pelea con resultado de robo de móvil -en marzo de 2006, en fiestas de la Magdalena de Castellón- por lo que en septiembre de ese año, Gimeno fue condenada a 14 meses por el primer caso y ya no pudo aplicársele la suspensión de la condena pues ya tenía antecedentes.
Sin trabajo, ni prestaciones, viven de la ayuda familiar
Pese a que los antecedentes judiciales de 14 meses de cárcel no se podían ni debieran computarse en la sentencia del robo del móvil, porque los hechos ocurrieron antes de la primera condena, lo cierto es que la jueza de lo penal sí lo ha tenido en cuenta para denegar la 'gracia' de libertad condicionada, apoyada por la Audiencia Provincial de Castellón.
"No sé qué más puedo hacer, si recoger firmas o contactar con alguna ONG que me pueda asesorar, pero es que hemos llegado hasta solicitar el indulto en dos ocasiones. ¡Y nada! Imagino que no soy nadie para que el Consejo de Ministros me indulte, claro (ironiza). Si tan mala persona era, ¿por qué no me encerraron entonces? - me pregunto yo".
El caso es que siete años después, María José Gimeno vive con su pareja y su hijo de cinco años en una vivienda cedida por su suegra. No tiene trabajo ni prestación alguna y vive de la ayuda semanal de su padre, al que también cuida. A mediados de junio es el cumpleaños de su hijo y no puede dormir al pensar que no pueda estar allí para celebrarlo con él.
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