Llaman al odio antislámico

Llaman al odio antislámico

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Más de 1.500 miembros de la Liga de Defensa Inglesa (EDL), un movimiento de extrema derecha, se manifiestan en Newcastle para rechazar la apertura de una escuela islámica aprovechando lo de Woolwich.

Los asistentes a la protesta, que fue convocada antes de que se registrara el brutal ataque de Londres, han cantado eslóganes tales como '¿De quiénes son estas calles? Son nuestras' y 'Rest in Peace, Lee Rigby', a pesar de que los presuntos autores del asesinato, hemos de recordar, que también son ciudadanos británicos, aunque convertidos al Islam.

La cifra esperada de manifestantes ha triplicado las previsiones que hicieran las autoridades a comienzos de este mes. En las vísperas de esta protesta, la Policía británica había arrestado a tres personas por escribir mensajes xenófobos y racistas en Twitter.

El superintendente policial, Gary Calvert, confirma que se han producido "un número de arrestos" durante esta jornada de protesta por ofensa a las autoridades y encontrarse en un estado de considerable embriaguez.

La EDL, que ha anunciado la convocatoria de una manifestación para el lunes en Londres, ha sostenido que el asesinato del soldado Rigby constata que Reino Unido está "en guerra" con el extremismo islámico.

Contramanifestación

Al mismo tiempo que se celebraba la marcha de la EDL, afortunadamente hemos de decir aunque hayan dado trabajo a la Policía que ha tenido que desplegar un amplio cordón para evitar choques entre facciones, un grupo de 400 personas antifascistas ha salido a las calles de Newcastle para realizar una contramanifestación.

Y es que las Organizaciones islámicas de Reino Unido en una carta recogida por el diario británico 'The Independent', acusan a los grupos de extrema derecha como la EDL o el Partido Nacional Británico (BNP) de tratar de capitalizar el "hastío y la barbarie" del asesinato del soldado Rigby.

El líder del BNP, Nick Griffin, ha desatado una nueva polémica en Reino Unido y la alarma por el auge de un racismo impropio de un país tan multicultural como Reino Unido al declarar, tras visitar el barrio londinense de Woolwich, que los presuntos autores del ataque deberían ser envueltos en "piel de cerdo" y rematados con sendos disparos.

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