El Sector Olivarero pierde, gana la distribución

El Sector Olivarero pierde, gana la distribución

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Los paises productores de aceite de oliva ven como su producto es minusvalorado, tras ver como la Comisión Europea da marcha atrás en una medida que buscaba luchar contra el fraude en la venta del producto.

La prohibición a bares y restaurantes de ofrecer garrafas de aceite que los clientes puedan usar una y otra vez era para la Comisión Europea una medida para asegurar la calidad del producto y luchar contra el fraude.

Pero no todos estaban de acuerdo, el primer ministro británico, David Cameron, describía esta medida como “el ejemplo del tipo de cosas sobre las que Europa no debería ni siquiera discutir”, mientras que un periódico alemán conservador Die Welt la resumía como “un síntoma más de la inflación del aparato de la UE”.

El caso es que tras la presión ejercida por Gobiernos del norte y consumidores —también septentrionales—, Bruselas dio marcha atrás a una medida que el sector olivarero español defendía, y que tras ver cómo la medida se iba por el desagüe, este sector productor, del que España y más concretamente Andalucía proporciona el 40% de la producción mundial, se ha indignado.

Y pese a que el Gobierno español no considera definitiva la decisión del comisario de agricultura, fuentes comunitarias insistieron en que el proyecto se ha abandonado, y no hay ninguna perspectiva de retomarlo.

“Desde el pasado viernes, he visto y oído puntos de vista contrarios procedentes principalmente de los países consumidores. Está claro que esta medida, que trataba de ayudar, proteger e informar a los consumidores, no ha encontrado su apoyo”, reconocía el responsable europeo de Agricultura, en un giro evidente del discurso que hasta entonces habían mantenido los responsables comunitarios y que el ministro español Miguel Arias Cañete había valorado como una medida muy positiva pues tendría  un “impacto positivo para el sector a corto, medio y largo plazo”.

España confía en que aún se pueda aprobar, pese a que Bruselas lo descarta

El responsable europeo de Agricultura se reunirá con el sector hostelero y con consumidores para presentar una nueva propuesta. Pero la obligación a partir de 2014 de que los bares y restaurantes de toda la UE ofrezcan botellas individuales de aceite se ha aleja irremisiblemente, hasta no vislumbrarse en el panorama europeo.

Además de España, otros 14 países —entre los que estaban Francia, Italia, Portugal y Grecia— habían apoyado la iniciativa en un comité técnico la semana pasada y pese a las críticas tan duras lanzadas por Cameron, Reino Unido se había abstenido, en lugar de votar en contra, como sí hicieron Estados como Alemania, Bélgica, Holanda, Austria, Suecia o Dinamarca.

El consejero andaluz de Agricultura, Luis Planas, cree que la Comisión “ha cedido a la presión” de los lobbies de los grandes grupos de la distribución de aceite, que tienen su centro de operaciones en el centro y norte de Europa.

La Junta de Andalucía espera una rectificación de Bruselas, pues considera la prohibición de las aceiteras rellenables como una medida de gran importancia “para dar valor al producto y ayudar a aumentar las rentas del sector olivarero”.

La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias juzga de hecho como un “disparate” esta marcha atrás. Se trata, argumentaban, de una medida de escasa repercusión económica “que se ha anulado por presión de los países no productores, fundamentalmente Alemania y Reino Unido”, que no tienen ni pueden producir un aceite tan rico y bueno como los países del sur de Europa.

Esta decisión sorprendió más si cabe puesto que se anunció cuando apenas habían transcurrido 10 días desde que la Comisión Europea hubiera puesto fecha de caducidad a las aceiteras rellenables.

A pesar de este varapalo, nuestro sector olivarero no se detiene y en Jaén, la principal provincia productora, ya se está aplicando una experiencia piloto en una decena de restaurantes, que están sustituyendo las garrafas por envases con etiquetado de origen y tapón no rellenable, como forma de impedir la venta de un aceite de oliva normalito como aceite de oliva extra o con denominación de origen.

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