Un vagón para ligar

Con esta peculiar idea que se pondrá en marcha antes de que termine este año pretenden que la gente vea en el transporte público no sólo una forma económica de viajar, sino como algo que forma parte de su vida diaria y que se puede emplear para algo más que ver pasar el tiempo o leer hasta llegar al destino. Y si de paso atraemos al público joven, mejor que mejor. 

“No será un proyecto difícil ni caro. Y se está extendiendo muy rápido por las redes sociales”, afirma Aneta Rehková, portavoz de la Empresa Municipal de Transportes (MHD) de la capital checa.

Puede que no tengamos tanto tiempo como en un viaje de tren, pero bien aprovechado... ¿quien sabe? A lo mejor puedes conocer a alguien y entablar una conversación, que más tarde te lleve a algo más. Tan sólo nos dan un espacio más para ligar y no les costará mucho.. Similares mensajes a estos se han podido ver en las redes sociales.

“Aunque los trayectos duran poco tiempo, al ritmo frenético que vivimos, la gente tiene que encontrar a su media naranja rápido”, defiende esta portavoz que se manifiesta entusiasmada con la creación de estos vagones para solteros.

De momento, esa opinión es, según las encuestas que se manejan, compartida por muchos praguenses y la propuesta está teniendo una razonable buena acogida dentro de la opinión pública.

Con la motivación bien clara, la empresa tiene aún que definir la logística del plan, por ejemplo, si estos vagones del amor estarán al final de cada convoy o la frecuencia con que circularán. “No sabemos todavía si será el último vagón que para en la estación, o funcionará sólo algún día de la semana o a una hora determinada”, especula la empresa de transportes.

“El metro de Praga, con sus casi 600 millones de viajeros al año, se convertirá así en la mayor ocasión para conocerse. Si el metro sirve para leer y estudiar, ¿por qué no para encontrar pareja? Seguro que hay dónde elegir”, sostiene Filip Drapal, portavoz de Ropid, la entidad pública encargada de diseña el plan de transporte de la ciudad.

¿Será imitada esta iniciativa en España?