Ataque terrorista musulman en Londres

'Querían iniciar una guerra'

"Querían iniciar una guerra"

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El asesinato realizado por dos musulmanes en el suburbio de Woolwich, foco de paro e inmigración, está provocando una oleada de ataques contra los musulmanes, mientras las autoridades investigan lo sucedido.

Las autoridades británicas investigan los posibles vínculos con Nigeria de los autores del "ataque terrorista" perpetrado este miércoles en el sureste de Londres.

El suceso tuvo lugar en el barrio de Woolwich, donde dos hombres armados han atacado a otro que vestía una camiseta de ayuda a los veteranos militares y que más tarde ha sido identificado por el diputado Nick Raynsford como un miembro de las Fuerzas Armadas, aunque el Gobierno ha rehusado confirmar este dato.

Varios testigos explicaron a Sky News que los dos atacantes cantaban 'Allahu Akbar' (Alá es grande) mientras agredían al hombre y que llegaron incluso a pedir a varios transeúntes que tomasen fotos del ataque y uno de los atacantes incluso aparece en un vídeo poco después del crimen, ensangrentado y con cuchillos en las manos, antes de que la Policía le redujese.

"Juramos por el todopoderoso Alá que nunca dejaremos de combatiros", proclamaba el individuo, que se dirige a la cámara mientras mantiene en sus manos llenas de sangre dos cuchillos, con los que presuntamente ha cortado la cabeza a este militar, que aparece tirado en el suelo a unos metros.

A pesar de la brutalidad del ataque, o precisamente por ello, el presunto autor también pedía perdón a las "mujeres" por haber sido "testigos" de lo sucedido. "Pero en nuestra tierra nuestras mujeres tienen que ver lo mismo", sostiene. "Vuestro pueblo nunca estará seguro. Derribad a vuestro gobierno, no se preocupa por vosotros", concluía el hombre, visiblemente alterado ante la cámara.

Tras este breve discurso, se alejaba unos metros en dirección al lugar en el que estaba su víctima para hablar con su supuesto cómplice, otro hombre que, según los testigos, también habría estado armado y que también ha sido detenido.

El comandante policial Simon Letchford ha explicado que los dos agresores han resultado heridos durante el tiroteo -posterior a la grabación del vídeo- con las fuerzas de seguridad. Ambos sospechosos han tenido que ser trasladados a distintos hospitales de la capital, sin que inicialmente hayan trascendido detalles sobre su estado y mucho menos sus identidades.

Ataque terrorista

Como consecuencia de este ataque, el Gobierno tuvo que convocar una reunión de emergencia de su gabinete de crisis, el comité COBRA, para responder a lo que varios de sus miembros han calificado de "ataque terrorista".

El primer ministro británico, David Cameron, que se encontraba de visita oficial en París,  condenó el "terrible crimen" antes de regresar a Londres. "Hemos abierto con urgencia una investigación y la Policía está investigando los hechos, pero hay claros indicios de que se trata de un incidente terrorista", ha declarado Cameron en una comparecencia junto al presidente galo, François Hollande.

El 'premier' también trasladó sus condolencias a las familias y los amigos de la víctima y ha subrayado la condena de todos los británicos por este crimen. "Hemos tenido ataques como estos antes en nuestro país y nunca nos doblegamos", afirmó.

Por su parte, la ministra del Interior, Theresa May, ha informado en un comunicado de que ha permanecido en contacto en todo momento con el comisario de la Policía Metropolitana de Londres y el director general del Servicio de Seguridad (MI5) tras el ataque. Las autoridades, ha explicado la ministra, "están intentando determinar todos los detalles de esta barbaridad, pero hay pruebas importantes que apuntan a que se trata de un acto terrorista". "Hemos visto previamente terrorismo en las calles de Reino Unido y siempre hemos permanecido firmes ante él", ha subrayado May, que ha prometido que "actos despreciables como éste no quedarán impunes".

Boris Johnson considera un error culpar al Islam 

El alcalde de Londres, Boris Johnson, ha dicho sobre este incidente que es un error culpar al Islam de la muerte de este miércoles de un soldado en Woolwich. De igual forma sería erróneo relacionar el asesinato y la política exterior británica- ha precisado.

Cameron ha presidido esta mañana una reunión de emergencia del comité de seguridad nacional del gobierno, principales asesores, para abordar cuanto antes las posibles implicaciones de seguridad tras el incidente del miércoles en Woolwich. Asimismo, la policía de Londres está llevando a cabo una investigación detallada en torno a un cuartel del ejército en el distrito de Woolwich, en que el hombre fue muerto a machetazos este miércoles, a plena luz del día, por los dos asaltantes que gritaban consignas islamistas al tiempo que le cercenaban la cabeza.

Así lo vivió un testigo directo 

Ingrid Loyau-Kennett, madre de dos hijos y líder de la organización infantil Cub Scouts, iba de camino hacia Parliament Square en el autobús número 53 cuando tuvo que ser testigo de la truculenta escena de un soldado siendo asesinado en el sur de Londres. La escena era tal que en principio pensó que se trataba de un accidente de tráfico y se fue a conversar con pasmosa tranquilidad con los asesinos.

Así narró Ingrid Loyau-Kennett lo sucedido en declaraciones al diario britanico 'The Guardian': "Pude ver claramente un cuerpo en la carretera junto al coche accidentado. Yo tengo preparación en primeros auxilios, así que fui a ver si podía ayudar. Vi a una mujer que que estaba sentada junto al hombre tendido e intentaba ayudarle poniéndole algo bajo la espalda y una chaqueta bajo la cabeza. Intenté tomarle el pulso, pero no lo encontraba".

'No sentí realmente nada en ese momento. No me asusté porque no le veía borracho, ni estaba bajo el influjo de drogas. Era alguien normal' "No pude ver su rostro, pero no observé ninguna evidencia que pudiera sugerir que alguien había intentado contarle la cabeza. Tampoco vi nada que permitiera identificarle como un soldado"-señalaba al medio.

"Entonces vi a un hombre negro, con una pistola en una mano y un cuchillo de carnicero en la otra. Le veía muy nervioso y me dijo que no me acercara al cuerpo del hombre. No sentí realmente nada en ese momento. No me asusté porque no le veía borracho, ni estaba bajo el influjo de drogas. Era alguien normal. Pude hablar con él y él quería hablar con alguien, y eso fue lo que hice".

'Furiosos' con el ejército británico

Apenas cinco minutos habló esta testigo con uno de los asesinos, y con una sangre fría digna de admiración se atrevió a preguntarle que por qué había asesinado a un hombre... "Me dijo que le había matado porque era un soldado británico que había matado mujeres y niños en Irak y Afganistán.Estaba furioso por lo que había hecho allí el ejército británico".

En ese momento, Ingrid Loyau-Kennett vio un reguero de sangre en el asfalto, proveniente del cuerpo sin vida del soldado asesinado, pero aún así, fue capaz de seguir charlando con el asesino y preguntarle qué pensaba hacer: "Me dijo que iba a empezar una guerra en Londres, y que iba a intentar matar a los policías si venían a por él. Le dije que era solamente él contra mucha gente, y que iba a terminar perdiendo si hacía eso", algo que sin duda ocurrió, pues fue abatido por los agentes de la policia y conducido posteriormente a un hospital.

Represalias casi instantáneas

Decenas de seguidores del grupo ultraderechista English Defence League (EDL) se congregaron a las pocas horas de este asesinato a las puertas del arsenal de Woolwich, coreando consignas anti-musulmanas. Varios de ellos llegaron a enfrentarse a las fuerzas de los antidisturbios de la policía, que se tuvieron que emplear a fondo para disolver la protesta, convocada a través de las redes sociales.

"Están cortando las cabezas de nuestros soldados: esto es el islam", proclamaba el líder de la Liga de Defensa Inglesa Tommy Robinson. "Esto es lo que hemos visto hoy: han cortado la cabeza a un soldado en las calles de Londres" (la noticia de la supuesta decapitación circuló durante horas por internet, en ausencia de una versión oficial de la policía).

"A nuestras próximas generaciones les van a enseñar que el islam es una religión de paz", añadió Robinson. "La verdad es que nunca lo ha sido. Lo que hemos visto hoy es el islam, y ya hemos tenido demasiado. Tiene que haber una reacción. El Gobierno tiene que escuchar, la policía tiene que escuchar y entender la ira de la gente en Gran Bretaña".

Los enfrentamientos entre la policía y los ultras se prolongaron durante gran parte de esta noche en Woolwich. Los antidisturbios bloquearon la salida de un pub y frustraron aparentemente la intención de los manifestantes de atacar una de las mezquitas locales.

Dos hombres fueron detenidos a última hora del miercoles en otros dos incidentes contra mezquitas en el Reino Unido. En Braintree (Essex), un hombre fue detenido con un cuchillo en el interior de un templo. El secretario de la mezquita, Sikander Saleemy, aseguró al Canal 4 que se trató probablemente de "un ataque de venganza" y expresó su temor a que "la gente culpe de lo ocurrido en Woolwich a los musulmanes".

En el condado de Kent, la policía confirmó la detención de otro hombre, acusado de "causar daños materiales con agravante racial" durante la agresión a una mezquita en Canterbury Street.

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