Dos años de manifestaciones, huelgas, asambleas, okupaciones y escraches no han “conseguido” parar los recortes. El "no nos representan" que gritaron las plazas de ciudades y pueblos desde que el 15 de mayo de 2.011 naciera el movimiento de los indignados, se ha transformado ahora en la necesidad que tanto algunos activistas como ciudadanos de a pie ven de dejar las calles para presentar batalla también en las instituciones.
Un reto frente al que el Gobierno se “enorgullecía” al decir "no sé a quién representan otros- ha dicho la secretaria general del PP María Dolores de Cospedal -pero si quieren representar a una forma de ver la sociedad deberían participar del juego de la representación; porque si no, se estarán aprovechando del sistema pero no se estarán aceptando los compromisos y la responsabilidad".
A nadie se le escapa. Las reivindicaciones de los movimientos sociales tienen más apoyo y consiguen más adhesiones entre la mayoría de los ciudadanos que cualquier partido político. Según datos de Metroscopia, el 81% creía que el 15-M tenía razón en sus críticas al poder económico y la clase política, el 78% está a favor de los escraches de la PAH y el 77% compartía los motivos del 25-S para "rodear el Congreso". Mientras que, según los últimos resultados del CIS, si se volviesen a celebrar hoy elecciones el PP obtendría un 10% menos de los votos con los que consiguió la mayoría absoluta, con tan sólo el 34% de los votos, mientras que el PSOE, tan sólo un 28,2 %.
Pese a esta bajada, los conservadores poco han de preocuparse pues aún seguirían gobernando con mayoría absoluta, el PSOE no consigue recobrar parte de su base social perdida e Izquierda Unida es incapaz de aunar todo el descontento que se expresa en la calle. Sin duda, aunque UPyD esté aprovechando parte de este descontento, el hueco para una nueva fuerza política está abierto.
En Madrid algunas propuestas están ya sobre la mesa. Durante los últimos meses han tenido lugar un gran número de reuniones entre activistas y militantes de distintos partidos y movimientos aunque todavía no hay una iniciativa clara y unitaria. El Partido X irrumpió en las redes sociales y rápidamente obtuvo una gran repercusión en medios de comunicación, pues mucha gente espera "el partido del 15-M". Pero no se trataba de eso y de momento no ha ido más allá.
Por otro lado se está gestando la iniciativa del Frente Común, que incluiría a Izquierda Unida y algunos partidos extraparlamentarios a su izquierda como Izquierda Anticapitalista y Equo.
Además está el proyecto de Asociación Democracia Real Ya, que, también estaría apostando por la creación de un frente amplio contra las medidas de austeridad de una inspiración más cercana al Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo en Italia.
Mientras, aunque no se trate de llevar a cabo una propuesta electoral como tal, camina también en esta dirección el Frente Cívico Somos Mayoría encabezado por el antiguo líder de IU Julio Anguita apoyado por un gran número de intelectuales de izquierda como Juan Carlos Monedero, Jorge Verstrynge, Víctor Ríos o Manuel Monereo.
Todas estas iniciativas y otras están siendo debatidas en los entornos y los márgenes del 15-M. Sin embargo, este movimiento siempre ha contado con una fuerte corriente libertaria opuesta a la representación parlamentaria, por lo que no apoyará nunca estos proyectos.
Y, entre los que sí creen en esta vía, existe el debate de la confluencia con Izquierda Unida o tirar por algo totalmente nuevo. De momento, desde el 15-M se ha lanzado un comunicado para denunciar "la estrategia de Izquierda Unida de fagotización de los movimientos sociales", desde el que exigen a esta formación de izquierda "respeto" y aseguran que "las estructuras verticales que IU, y todo el poder parlamentario, representan, defienden y no van a modificar, son incompatibles con la participación horizontal" que ellos promueven desde el 15-M.
Si (
No(
