Según explica esta organización con testimonios de los propios indígenas incluidos, más del 30% de uno de sus territorios ha quedado ya completamente deforestado y los madereros cada vez se acercan más a las comunidades, donde ya están marcando árboles para talar a tan sólo tres kilómetros de distancia.
Survival incide en que para colmo los camiones de los madereros salen de la zona tanto de día como noche y los indígenas tienen ahora miedo de salir de caza en la selva, por si los atacan.
"Los madereros están arruinando nuestra selva. Han construido carreteras. […]Tenemos miedo porque los madereros podrían matarnos a nosotros y a los indígenas aislados", apunta Haikaramoka'a, uno de los indígenas.
En la actualidad, casi la cuarta parte de los 450 awás permanecen aislados y están en especial riesgo a causa de las enfermedades que introducen los foráneos, un simple resfriado común podría acabar con ellos. De hecho, esta no es la primera vez que sufren por la colonización u ocupación de sus terrenos: en la década de los 80 la población se vio diezmada por la exposición a extranjeros cuando en el Gran Proyecto Carajás, se construyó una vía de ferrocarril que atravesaba su territorio.
Desde que el actor Colin Firth lanzara la campaña de Survival Internacional para salvar a los awás ya se han enviado casi 50.000 mensajes al ministro de Justicia de Brasil, "pero FUNAI, el departamento de asuntos indígenas del país, aún está esperando el apoyo del Ministerio de Justicia, de la policía federal y del Gobierno central para expulsar a los invasores", señalan desde la Organización No Gubernamental.
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