Curiosidades de la naturaleza: pene desechable

Curiosidades de la naturaleza: pene desechable

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Una babosa de mar, la Chromodoris reticulata con un tamaño similar al de nuestro pulgar, deja patidifusos a los científicos por su capacidad para desprenderse del pene tras el apareamiento y hacerlo crecer de nuevo, cual lagartija que pierde el rabo pero en menos tiempo.

Curiosidades de la naturaleza: pene desechable

Esta extraña criatura del Océano Pacífico, es la primera que se conoce hasta ahora con la capacidad para copular en repetidas ocasiones con un “pene desechable”, según publican unos científicos japoneses de la Universidad de Tokio y la Universidad de Osaka en una de las  revistas con la que conocemos más ejemplares curiosos, Biology Letters.

Los nudibranquios, familia a la que pertenece esta especie de babosa, son animales hermafroditas, es decir, poseen órganos reproductivos tanto masculinos como femeninos y, por lo tanto,  cuando se aparean, pueden ejercer el papel del macho y hembra simultáneamente. El pene de un ejemplar encajaría en la vagina de otro y al revés. Ambos donarían y recibirían esperma al mismo tiempo que lo reciben y en el caso de que la “ovulación” esté sincronizada con el acto sexual se lograría una doble fecundación. Algo normal en algunos animales. Pero el pene de este animal es sin duda, algo asombroso.

Pues en el caso específico de Chromodoris, los científicos han comprobado que los individuos que acababan de donar esperma en una cópula, a diferencia de otras especies, no podían volver a hacerlo hasta transcurrido un día completo.

Asombrados,  decidieron observarlos con más detenimiento y llegaron a la conclusión de que 20 minutos después del coito, el macho se habían desprendido de su órgano copulador y no sólo eso, el órgano copulador contaba con una estructura interna enroscada en espiral que, cuando el pene ya usado se desprendía, se desenroscaba y daba lugar a un nuevo órgano que sustituía al anterior, aunque sólo podía repetirlo unas tres veces. 

Los investigadores aún no saben cuál podría ser la causa de este mecanismo, pero consideran que la hipótesis más probable es que se trate de un mecanismo de purificación por el cual el macho se liberaría de la contaminación por esperma que podría tener su pene si la hembra había sido penetrada anteriormente, quedando libre de otros espermas que pudieran fecundar a la próxima hembra en un encuentro sexual futuro.

Esto es especialmente importante en la especie pues sus penes tienen pequeñas espinas y estas espinas a menudo se recubren con semen después de retirarlo de una pareja sexual.

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