Mato ha contestado así de contundente al secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Madina, en la sesión de control al Gobierno que le había pedido en su turno de palabra que dimitiera ante las informaciones que relacionan a ella y a su exmarido (Jesús Sepúlveda, ex trabajador del PP) con el citado caso de corrupción y por su gestión al frente del ministerio, la cual desaprueban.
Cuento con la "confianza" del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por lo que no voy a presentar mi dimisión, aunque mi cargo siempre está a disposición del jefe del Ejecutivo.
NI UN ACTO REPROCHABLE
"Tengo la gran fortaleza de saber no he cometido ningún acto ni antes ni ahora que no se corresponda con la ética que es exigible a todos responsables políticos", ha sostenido la Ministra, recalcando que nunca pudo imaginarse que alguien pudiera hacerla responsable de las conductas que “otra persona” tuviera, refiriéndose así a su desconocimiento de los tejemanejes de su ex marido imputado en la trama por la que ahora pretenden causar su dimisión.
Madina, lógicamente y planteando los asuntos con cautela, empezó su enfrentamiento con Mato, “repasando” seguramente de manera subjetiva, las medidas puestas en marcha por su departamento para concluir que la actividad de la Ministra ha logrado que su ministerio se convierta en el "más antisocial de la democracia".
"Privatizaciones a niveles récord", las diversas fórmulas de "copago" "acabar con el Sistema Nacional de la dependencia", "laminar el Plan Concertado de Servicios Sociales” y la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares que ha supuesto la "expulsión del sistema de casi un millón de personas" han sido los puntos que más ha destacado el dirigente socialista.
Una vez planteadas sus valoraciones, entra a matar: Y, por si fuera poco, el nombre de Mato apareció "vinculado a la trama de corrupción organizada con mayor volumen y más importante de toda la democracia".
Todo ello le coloca en una mala posición para ejercer su ministerio, concluye Madina.
LA MAYORÍA QUIERE QUE SE VAYA
Por eso, tras indicar que una cifra exorbitante de españoles (un 70%, que no sabemos muy bien de dónde exactamente ha salido) reclama su salida, la ha invitado a dimitir. "Es mejor que usted salga de su ministerio, deje de ser un problema para el Gobierno, y por tanto que el Gobierno deje de ser todavía un mayor problema para este país". "Abandone el Gobierno, señora Mato", le ha pedido.
Lógicamente y, en una tónica muy similar en formas a las que solemos ver entre Rajoy y Rubalcaba, la ministra ha arrancado su segundo turno confesando que siente "mucho afecto" a Madina y lamentando que se haya apuntado a la "difamación" contra ella, para después, tras algunos aplausos de su bancada, centrarse en defenderse de las "infamias".
"Mi cargo, como el de todos los ministros está siempre a disposición del presidente del Gobierno; ahora bien en ningún momento me he planteado presentar mi dimisión", ha aclarado. Llevo "muchos años dedicados a la vida política” sin que nadie haya "podido hacerle un solo reproche" por mi actuación- ha dicho, aunque a los españoles nos cueste creer su posición de desconocimiento de lo que hace o deja de hacer la persona con la que compartía alcoba, la cual se ha visto que se lucraba en exceso de un puesto no excesivamente alto en la política.
Yo soy responsable de lo que yo haga y "nunca imaginé que me quisieran hacer responsable de la conducta de otra persona”. “Yo respondo de mis actos y de mi gestión", ha sido su respuesta a estas acusaciones de connivencia con el/los delitos de su marido.
Naturalmente, también ha aprovechado para sacar a relucir la segunda vara de medir del PSOE al preguntar a Madina que qué pensaría si a él o a alguno de sus compañeros del PSOE les pretendieran responsabilizar de la actuación "de otra persona" y responderse a si misma diciendo que le “parecería incalificable” y esto es exactamente lo que está haciendo usted, se ha quejado.
El "asunto" que el PSOE ahora le echa en cara "ya fue visto por un juez" que determinó que ella no tenía "ninguna responsabilidad"- insiste la ministra. Pese a ello, se ha lamentado, ha vuelto la "cacería política y personal" contra ella y el primer partido de la oposición ha decidido sumarse a ella.
CACERÍA "GROTESCA"
Esa "cacería", llega "hasta lo grotesco" cuando se atribuye como "celebración familiar” “el ascenso a primera división del Getafe" señala, en referencia al evento en el que se supuestamente se habrían invertido más de 4.500 euros de confetti y que presuntamente habían sido pagados por la trama Gürtel a Sepúlveda.
"En un país libre quien tiene que probar es quien acusa mientras el inocente no tiene ninguna obligación de defenderse”, ha señalado la ministra para añadir "es más, en muchas ocasiones como ocurre con los rumores y los infundios ni siquiera puede hacerlo".
En este contexto, ha acusado a Madina de haber renunciado "a la defensa de la libertad" que, le ha recordado, exige sostener la presunción de inocencia y la presentación de pruebas. "Eso es lo que yo defendería si a usted le acusaran injustamente", ha remachado- aunque nos cueste creer que fuera así a cualquiera que haya presenciado más de una legislatura-.
"Esta infamia no me va a doblegar porque no tengo nada que ocultar. Voy a seguir trabajando al servicio de los españoles y muy orgullosa de formar parte de este Gobierno", ha rematado como colofón arrancando un cerrado y más que previsible aplauso de la bancada 'popular'.
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