Las ranas, los sapos, los tritones, la salamandra o el gallipato, entre otros, forman parte de esta clase animal que con más de un tercio de sus especies en regresión, son el grupo animal más amenazado, muy por delante de otras clases de vertebrados como los mamíferos o las aves.
Sin embargo, dada la presunta falta de atractivo de estos animales para el gran público, los esfuerzos de conservación se han dirigido generalmente a otros grupos de fauna, con especies más emblemáticas y atractivas para el turista, convirtiéndose estos animales en los grandes olvidados, pese a su inmensa importancia ecológica.
Por esta razón WWF, junto con la Red de Gobiernos Locales + Biodiversidad de la Federación Española de Municipios y Provincias, y la Asociación Herpetológica Española, en el marco del proyecto de sensibilización y conservación de anfibios con Fundación Biodiversidad, se ha propuesto recuperar el croar de las ranas en nuestros campos, a través de este concurso dirigido a colectivos locales que deseen emprender pequeñas iniciativas para conservar a los anfibios a través de su ayuntamiento.
Con el concurso Rana busca Charca se pretende incentivar iniciativas a nivel local que ayuden a los anfibios, por lo que ofrecerá una pequeña ayuda para llevar a cabo, sobre el terreno, los trabajos necesarios de la iniciativa ganadora.
A diferencia de otras acciones de conservación, más costosas y con resultados visibles a largo plazo, las acciones de protección de anfibios tales como la restauración de puntos de agua o la construcción de pequeñas charcas, son iniciativas de muy bajo coste y que, sin embargo, causan un efecto positivo enorme y casi de inmediato en las poblaciones de anfibios-señalan desde la organización ecologista.
Hasta el día 1 de marzo permanecerá abierto el plazo de inscripción, con un período de recepción de proyectos que se alargará hasta el último día de ese mes. Los individuos, colectivos o entidades que quieran llevar a cabo pequeñas iniciativas pueden dirigirse a su ayuntamiento y animarle a presentar una propuesta.
Estos animales, que presentan dos modos de vida, requieren tanto de un medio terrestre saludable, como de un medio acuático en buen estado. Por ello, cuando existen problemas ambientales en un lugar, son los primeros en desaparecer pues requieren que tanto la tierra como el agua estén en condiciones aceptables. Ello les ha convertido en perfectos bioindicadores de la salud de nuestros ecosistemas: si hay anfibios, el medio natural está sano.
Y no sólo eso, al alimentarse de insectos, pueden ser controladores de plagas agrícolas y forestales y sus secreciones cutáneas, contienen sustancias de defensa contra virus, bacterias y hongos, que pueden emplearse como antibióticos y otros medicamentos para el ser humano. No nos podemos permitir perderlos. Animaros. No cuesta nada “crear” una charca y puede servir para crear empleos.
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