Vuelve Ratzinger

Vuelve Ratzinger

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Exactamente en 17 días, el 28 de este mismo mes, el Papa Benedicto XVI dejará su cargo y recuperará su antiguo nombre. El motivo de tal hecho histórico, y casi sin precedentes, es la "falta de fuerzas".

Esta mañana el Papa en persona durante un consistorio en el Vaticano para la canonización de unos mártires ha hecho este anuncio que, hasta ahora, sólo se había producido en tres ocasiones pretéritas: Un Papa abandona su cargo como cabeza de la Iglesia.

Joseph Ratzinger, de 85 años, tiene toda una gran cantidad de achaques propios de su edad, aunque todos ellos sabidos antes de su nombramiento: en 1991 sufrió un ictus y con anterioridad ya había padecido complicaciones cardiovasculares. Además, tiene problemas de hipertensión lo que muchos consideran clave del desmayo que sufrió en 2009 durante unas vacaciones en las montañas del Valle de Aosta, provocándole la fractura de su muñeca derecha.

De hecho, Ratzinger sigue una dieta rigurosa y los médicos le tienen prohibido poner un pie por encima de los 2.000 metros de altitud, lo que le ha impedido pasar los veranos en la montaña para quedarse en Castel Gandolfo.

Además de los problemas cardíacos, apenas sí ve por el ojo derecho, sufre un 50% de artrosis en la cadera derecha, padece hipertensión y muy especialmente, se cansa cada vez más...

Desde hace tiempo camina con bastón y tiene que ser desplazado hasta la Basílica de San Pedro con una plataforma con ruedas empujada por empleados del Vaticano y, en los últimos meses, siempre por motivos de salud, se ha visto forzado a disminuir sus compromisos públicos, sus viajes y las audiencias.

"Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de que ya no es física, mental y espiritualmente capaz de llevar a cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstancias el derecho, y hasta el deber, de dimitir", aseguró el propio Benedicto XVI en 2010 al periodista alemán Peter Seewald en la larga entrevista publicada en forma de libro bajo el título 'La Luz del Mundo'. Fiel a su palabra y visto como se encontraba, ha decidido que ya era hora de nombrar un nuevo Pontifice.

Sin hoja de ruta establecida y por sorpresa

Juan María Laboa, experto en la materia, apunta que "en el derecho canónico no hay nada contemplado para una situación como ésta”. No hay ningún procedimiento establecido por lo que “hasta el día 28 de febrero, el Papa sigue siendo la máxima autoridad de la Iglesia y será él quien decida junto al Consistorio cuáles son los pasos a dar".

Ni siquiera su más próximo entorno estaba al corriente de lo que iba a anunciar el Papa, "nos pilló por sorpresa", ha confesado el portavoz del Vaticano que nos ha explicado las únicas clausulas que se exigen según el canon pontificio para que un Papa renuncie: que se anuncie de forma libre y que la manifestación sea inequívoca. Como es el Sucesor de Pedro y no hay nadie por encima de él, nadie ha de aceptar formalmente su decisión.

Respecto a los tres anteriores Pontífices que renunciaron al ministerio papal, éstos fueron Benedicto IX (1032), Celestino V (1294) y Gregorio XIII (en el año 1515) y dudamos mucho, que fuera por motivos de salud.

Por ejemplo, Celestino V, fue monje y ermitaño antes que Papa y tras un breve Papado de 5 meses volvió a su vida de ermitaño. Benedicto IX fue Papa en tres periodos distintos, con abdicación incluida.

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