Estos hongos del género Ophiocordyceps, un género que se distribuye, afortunadamente para las hormigas españolas, en los bosques de Tailandia, utiliza a las hormigas como marionetas para sus fines reproductivos.
Este género, del que se han descubierto recientemente cuatro especies nuevas, obliga a las hormigas carpinteras a separarse de su colonia y subir hasta las hojas inferiores de la parte noroeste de las plantas; hojas que tienen las condiciones óptimas de luz, temperatura y humedad para que el hongo termine su desarrollo e inicie la propagación de sus esporas.
Una vez allí, las hormigas muerden las hojas con sus mandíbulas y se quedan quietas hasta que mueren en una muerte casi milimétricamente ejecutada por el hongo. Una vez muertas, el hongo termina de desarrollarse en su interior aprovechándose de las tripas de las hormigas que convierten en azúcares, pero sin tocar los músculos de la mandíbula de su huésped, para mantenerse en la hoja.
El ingenio de este parasitoide es asombroso. No sólo lo utiliza como sustrato, fijación y como fuente de alimento sino que también como protección. Mientras culmina su desarrollo, el hongo mantiene la cutícula de las hormigas sin tocar para protegerse y aislarse de otros hongos o microbios. Una o dos semanas después libera sus esporas para atrapar a hormigas incautas e iniciar un nuevo ciclo.
A diferencia de la película, el problema no está en quedarse dormido sino en acercarse demasiado a estas zonas. Las hormigas lo saben e intentan evitar esas zonas del bosque a la hora de construir sus nidos y no buscan comida en las zonas donde el hongo está presente en un intento de evitar el sometimiento, ya que una vez preso, no hay salvación posible.
¿Cómo caen presos?
Las esporas caen sobre la hormiga y se fijan. Una vez fijadas desarrollan un filamento que crece hacia dentro de la hormiga y la van devorando hasta alcanzar el cerebro del animal. Una vez que ha llegado a su objetivo, el hongo engaña al cerebro para que siga unas feromonas de guía que realmente no existen hasta que llegan a la hoja apropiada. Ya no hay salvación posible para la hormiga. Fijará sus mandíbulas sobre la hoja y el hongo acabará con su vida.
Si (
No(
