A las puertas de PRISA en la Gran Vía de Madrid, un grupo de los 829 trabajadores de Telemadrid que encontraron su carta de despido en un burofax hace pocos días, se desplazaron hasta allí para intentar abuchear al presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, que acudió para ser entrevistado en el programa de La Ser de Hoy por hoy, pero no pudieron pues salió por una puerta trasera y se montó rápidamente en su coche oficial. A penas unos segundos de abucheos.
El lunes, el presidente madrileño se encontró también con una protesta igual durante una visita a una planta embotelladora del Canal de Isabel II. Y así en adelante le seguirán allá donde vaya. "La idea es no dejarle respirar", explica Alejandro Sánchez, uno de los trabajadores.
"Venimos a protestar por cómo se está llevando a cabo el desmantelamiento de todo lo público y en concreto en nuestra empresa, Telemadrid", explicaba Sánchez minutos antes de la salida de González del edificio de la Gran Vía. "Y ahora que estamos parados tenemos todo el tiempo del mundo […], le vamos a seguir a donde él vaya, a todas sus visitas".
Los trabajadores del ente público consideran que su despido se debe a una "estrategia política" y acusan al ejecutivo conservador de no haber querido alcanzar acuerdos. "De todas las reuniones que han tenido con el comité en ningún momento ha habido ningún espíritu de querer llegar a una solución pactada”. Nuestros representantes plantearon al menos tres soluciones posibles y ellos no quisieron llegar a ningún acuerdo, relata Alejandro Sánchez.
Por todas estas razones anuncian su disposición a seguir con las protestas. Encierros en la redacción, abucheos o concentraciones según " lo que vaya calando en la sociedad". Y es que, "poco a poco", han ido tratando y van a seguir intentando cambiar la percepción que tiene la opinión pública sobre los trabajadores de la cadena madrileña, que en los últimos años se ha visto muy desprestigiada por un gran sector de los ciudadanos de la capital, debido a las “manipulaciones” de la cadena.
Y añadió, instantes antes de que saliera González, que ellos quieren "ofrecer a la ciudadanía lo que desde hace 8 años se le está privando: una televisión de calidad para los madrileños, no para el aparato político del PP".
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