"Los turistas vienen a Zambia para ver a los leones y si perdemos esta especie perderemos nuestra industria turística", ha declarado la Ministra de Turismo, Sylvia Masebo.
Según la ministra, Zambia gana unos tres millones de dólares anuales por los safaris de caza de animales salvajes, una cifra insuficientemente grande como para continuar reduciendo la vida salvaje del país.
En estos momentos, el número de leopardos en el país se desconoce frente a la cifra de leones que, se estima, no supera los 4.500, y en la totalidad del continente africano hay entre 20.000 y 30.000 leones, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
"¿Por qué tenemos que perder nuestros animales por tres millones de dólares anuales? Los beneficios que obtenemos de las visitas turísticas son mucho mayores", subrayó Masebo.
La medida de Zambia se sucede a la de Botsuana, que decidió prohibir todo tipo de prácticas de 'caza deportiva' a partir de 2014 y así poder promocionarse como un destino turístico y en Kenia, la medida ya está puesta en marcha hace varias décadas.
La semana pasada, las autoridades zambianas suspendieron 19 concesiones de caza y despidieron al director general de la Autoridad de Vida Silvestre de Zambia, tras ser acusado de corrupción y falta de transparencia.