Era el año 1993 e ID Software ponía al mercado Doom, un shooter en primera persona con unos gráficos que ahora nos resultarían arcaicos. Sin embargo, los noveles de violencia del juego supuso que, tanto Doom y Doom 2, no se pudieran comercializar en Alemania.
Ahora, 18 años después, y tras una petición de Bethesda Softworks (la empresa creadora) al organismo de calificación Bundesprufstelle el videojuego podrá ser adquirido en las tiendas alemanas.
Lo que en su momento fue calificado como excesivos disparos, sangre y violencia es ahora el aliciente de muchos videojueos (e incluso es lo habitual). Es por esto por lo que consideran que Doom, debido a su desfase en cuanto a gráficos y violencia (ya que los hay mucho más violentos que se han comercializado sin problemas) no tendrá un gran número de jugadores alemanes.
A día de hoy en la web de Bundesprufstelle el videojuego se presenta con una calificación para mayores de 16, permitiendo así que los jugones alemanes conozcan por fin el origen de los shooter en primera persona.
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