Decenas de jóvenes participantes de la Conferencia de la Juventud celebrada en la capital catarí unos días antes de la COP18, se concentraron en los pasillos del centro de convenciones donde se celebra la conferencia.
Los jóvenes de, entre otros países, Colombia, México, Nepal, Nigeria y Estados Unidos llevaron durante su estancia en Doha un punto rojo en la solapa en representación de los cientos de personas afectadas por el cambio climático.
Con un gran mapamundi a sus espaldas en el que se señalaban con puntos rojos los lugares donde los más afectados por el calentamiento global viven, los activistas se dirigieron a los medios y demás personas presentes.
Entre ellos, Julián Vélez, un estudiante universitario mexicano que explicó que "estamos aquí para urgir a los países a conectar los puntos", señalando además que la "falta ambición a los representantes públicos que nos han traído a este momento".
Desde Taiwan, Tzu-Yuan Mao, de 18 años, habló de cómo las inundaciones en su país que les costaron miles de millones de dólares obligaron a cerrar su colegio hace dos años y destruyeron el negocio de su padre.
Amanda Nesheiwat, de 23 años, habló desde su experiencia como vecina de un pueblo de Nueva Jersey manifestando que, pese a la riqueza de Estados Unidos, su comunidad todavía está intentando recuperarse de los estragos causados por el huracán Sandy.
Estos jóvenes, entre los que se incluyen numerosos participantes del colectivo Juventud Árabe, que tiene previsto manifestarse el 1 de diciembre en una avenida de la capital catarí, planean organizar nuevas protestas y se han mostrado muy participativos en la conferencia.
Si (
No(
