Una calle o algún espacio singular de la capital llevará el nombre de Santiago Carrillo. Así se ha decidido hoy en el pleno del Ayuntamiento de Madrid con los votos a favor de los grupos de la oposición y la abstención de los populares. Doce concejales del PP llegaron incluso a abandonar el pleno.
El portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, ha explicado que el partido no sancionará a los ediles, ya que la decisión de ausentarse del pleno durante la votación había sido “tomada y avalada” en la reunión del grupo celebrada ayer.
Según declaraciones de estos concejales a EFE, su decisión responde a la voluntad de haber votado en contra de la propuesta, pues consideran que para dar el nombre de una persona a una calle de la capital hay que valorar toda su vida y trayectoria, que en el caso de Carrillo ven “siniestra”.
Algunos de los ediles que se ausentaron son Fernando Martínez Vidal, Almudena Maíllo, José Antonio Gómez de la Rosa, Jesús Moreno, Joaquín Martínez, Pepa Aguado, David Erguido, Eva Durán y Luis Miguel Boto.
Por su parte, el portavoz del grupo socialista, Jaime Lissavetzky, ha destacado que Carrillo “forma parte ya de la historia de España y su imagen estará asociada a la reconciliación nacional, a los Pactos de la Moncloa, a la Constitución Española y a su compromiso con la lucha por las libertades”.
Además, ha recordado a sus compañeros populares en el Ayuntamiento que en Gijón, ciudad natal del dirigente comunista, su nombramiento como hijo predilecto contó con el voto positivo de los concejales del Partido Popular.
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