Entrevista a Nico de Vicente

Entrevista a Nico de Vicente

Por María García Segade

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Se trata de la nueva cara de la parrilla de TVE. El polifacético periodista que ha pasado por Eurosport, Onda Cero, Cadena Ser o la agencia EFE se asienta como presentador de deportes en la Primera Edición del Telediario.

Entrevista a Nico de Vicente

Su gran salto fue en 2008, año desde el que lleva cubriendo el Tour de Francia y la Vuelta a España. En esta entrevista descubrimos la personalidad de este periodista en pleno ascenso, además de contarnos sus experiencias en la profesión y su visión del panorama deportivo actual.

¿Cómo llegaste a TVE?
Durante toda la carrera he tenido becas en las que pude pasar por los diferentes medios de comunicación. Luego decidí especializarme en el mundo de la televisión haciendo un máster. Tuve suerte, quedé primero en mi promoción y empecé a trabajar en TVE, centrándome mayormente en la redacción de noticias deportivas. Pero aunque siempre me llamó el mundo del deporte, no descarto hacer otra cosa en el futuro ni me importaría seguir haciendo deporte. Es un mundo muy bonito.

Uno de tus trabajos más importantes fue cubrir el Mundial. ¿Cómo recibiste esa oportunidad y ese peso?
Bueno, fue un poco una carambola. En ese momento no había gente con experiencia en la web y yo era jefe de deportes en Internet. Allí aprendí a organizar un equipo, el trato humano con diferentes personas, hacer proyectos a largo plazo… Fue quizás una labor más de grupo humano que periodística y llegó un punto en que a mí me interesaba más seguir contando historias, noticias y el día a día. Así que decidí aparcar la edición y volver a hacer periodismo de calle, volver a los informativos y hacer mis vídeos mis historias, mis directos… Aún soy joven y tengo ganas de vivir esas experiencias.

Pero sobre todo tu nombre se relaciona con el ciclismo, ya que llevas cubriendo el Tour y la Vuelta desde 2008.
Sí, soy el enviado especial de las dos grandes etapas que hace TVE. He crecido mucho ahí. He aprendido a querer ese deporte y he vivido muchas experiencias y muy intensas. A nivel periodístico pasan muchas cosas y poco a poco sí que me he hecho más experto en ciclismo. También es cierto que es un mundo pequeñito y es fácil reconocer a los periodistas que lo cubren. Aún así me considero bastante polideportivo y no quiero dedicarme sólo a eso. El ciclismo son solo dos meses y el año tiene doce. Ya me gustaría a mí trabajar sólo dos veces al año pero me temo que no (risas).

¿Y cómo funciona el Tour y la Vuelta?
Bueno, nosotros somos un pequeño equipo. Me acompañan Pedro Delgado y Carlos de Andrés. Yo soy el chico que va con una cámara y ellos están en el set narrando lo que ven. Nos movemos en una gran caravana que acaba formando como una pequeña ciudad, yendo todo el día en ruta como nómadas. En función de cuál es la noticia del día vamos con unos o vamos con otros. Son más de doce mil kilómetros y dan para hacer muchos reportajes, curiosidades...

Sí, desde luego pasan muchas cosas en una jornada aunque algunas malas. Así tenemos bajas como la de José Joaquín Rojas, Samuel Sánchez, Gorka Verdugo…
En la carretera hay doscientos ciclistas. Es un deporte muy vivo porque todos los días cambia de lugar, de escenario, de condiciones… y hace que se produzcan muchas noticias a la vez. Cuando se produce una baja siempre es una pena para todos, pero tenemos que cubrirla igualmente.

Y el 12 de julio se repite como en 2008 otra tragedia en Mont Blanc. ¿Fuisteis a cubrir la noticia?
Nos llamó el director y nos dijo que se había producido un accidente pero que no sabían qué había pasado. La policía nos adelantó en una primera observación que había muertos españoles. Yo estaba relativamente cerca, a unos 300-400 kilómetros por carretera de montaña, y tomamos la decisión de acercarnos como cualquier periodista. Fue una de las cosas que al final te hace ver que no eres un periodista de deportes o de un género en concreto. Si la noticia es un accidente vas a cubrirlo, si fuera otra cosa iríamos igual. Lo importante es informar y tener la sensibilidad para saber cómo contarlas.

¿Fue merecida la victoria de este año del británico Bradley Wiggins?
Sí, yo creo que sí. Ganó sin problemas. Es verdad que en su día hubo mucho debate porque frenó a su segundo, que era Froome, y que parecía que iba más fuerte que él. Pero bueno, por supuesto que Wiggins hizo méritos más que de sobra.

¿Sigue habiendo cantera para que España no pierda la esperanza en ganar más títulos ahora que grandes como Carlos Sastre se han retirado?
Hay un presente muy grande: el número uno en el UCI World Tour es Purito, la vuelta la ha ganado Contador, Valverde ha vuelto y ha ganado etapas en el Tour… Y en el futuro yo soy precavido. El mundo del deporte es muy competitivo y no sólo están los españoles, aunque sí es cierto que ahora mismo vivimos un momento muy dulce. Parece que nos estamos malacostumbrando, que si no ganamos un Roland Garros, un premio de Fórmula1, una carrera de motos… no vale. Un segundo o tercer puesto también tiene mucho mérito. Disfrutemos de la generación de campeones que tenemos en todas las disciplinas y crucemos los dedos para que dure mucho tiempo.

Estuve mirando tu Twitter (@NicodeVicente) y hablas con mucho cariño de Contador. ¿Ganaste un amigo en el Tour?
Uy Twitter lo tengo un poco bastante abandonado, lo reconozco. Sí, hablo con cariño de Contador pero igual que lo haría de Purito o de Valverde. Es verdad que en el caso de Alberto he tenido la suerte de tener una relación preciosa, pero es que son gente súper humilde y muy agradable. La convivencia en el Tour hace que no sean tus amigos, pero sí que tengas una muy buena relación y sí que hay cierta camaradería. Es una gozada, comparado con otros deportes, el poder sentir que tienes ese trato tan cercano con los ciclistas, con sus familiares, con sus entornos… Alberto puede ser uno de los mayores ciclistas que hay en España, pero la relación es buena con todos.

¿Es más fácil llegar a ellos que a un futbolista?
Sí, sin duda. Dentro de que siguen siendo deportistas de élite y de que cuando tú les conoces ellos están bajo mucha presión. Habría que vernos a nosotros con todo un estadio gritándonos y con la tensión de que, hagamos lo que hagamos, mañana van a hablar todos los periódicos de nosotros. Cuando nosotros trabajamos con ellos, nos tienen a los periodistas como secundarios o terciarios. También es verdad que en el Tour, con las etapas, da más tiempo a relacionarte con ellos que a lo mejor otros deportes en donde los ves solamente al final del partido y con mucha gente alrededor.

Hace unos días se volvió a hablar del caso de Lance Armstrong. ¿La opinión pública mira con otros ojos a los deportistas de elite desde que empezaron a salir, por oleadas, casos de dopaje?
Sí, claro que sí. Esto es como la credibilidad del periodismo. Si tú la pierdes te va a costar mucho esfuerzo volver a ganarla. Lógicamente el deporte, no sólo el ciclismo, está dañado y por supuesto que como periodista es una información a la que debes atender. Luego está ese puntito de aficionado que tenemos los que trabajamos en el medio, y que debemos tener muy separado. No me gusta el periodista fan, hay que ser lo más neutral posible, pero es verdad que nunca hace ilusión contar estas cosas.

Además, por otro lado, estos JJOO estuvieron envueltos en la polémica con Ana Tarrés. ¿Esto desprestigia al deporte desde la visión de los que estáis dentro?
Al final es ver un poco el vaso medio vacío. Los dos casos, tanto el de Tarrés como el de Armstrong, están sin aclarar y habrá que esperar a ver qué pasa. En el mismo lado de la balanza hay grandes éxitos y grandes deportistas que son modelos por su manera de actuar, como pueden ser Nadal o Paul Gasol. El mundo del deporte es muy amplio. No creo que el deporte esté manchado o desprestigiado. Al revés, creo que cada día consumimos más deporte. Cuando no son las motos es la F1, cuando no el tenis…. Posiblemente, si sales a la calle, la gente te sabrá contar más cosas de un deportista que de un político, un actor o un Premio Nobel. Y desgraciadamente esas personas van a marcar más sus vidas, pero esto no deja de ser una manera en la que la gente se divierte y yo creo que está muy arraigada a la sociedad.

Y cuando en la retransmisión de un evento deportivo, ¿alguna vez alguien se ha sentido ofendido por tus palabras?
Tú tienes que ser consciente de que lo que estás haciendo no es un comentario con tus amigos. Yo por ahora he tenido la suerte de no tener ningún problema. Hay que intentar hacer las cosas bien y hablar con rigor. Ahora sí, el mundo del deporte genera muchas pasiones y es fácil que alguien se pueda sentir aludido. Si en algún momento yo molestara a un seguidor lo primero sería pedirle perdón, porque tus jefes son ellos, los espectadores. Sin ellos no tiene sentido tu trabajo. Te dan parte de su tiempo para que les cuentes tu información.

¿Hay deporte de izquierdas y deporte de derechas?
No, afortunadamente no. Yo creo que el deporte es un espectáculo, una manera de disfrutar. Tenemos héroes, villanos, somos de unos, nos identificamos con otros… pero es bueno no llevarlo más allá. Que haya algunos que lo hacen puede ser, pero yo creo que hay mucho más deporte no politizado que politizado. Yo soy partidario de separarlo totalmente.

Y ahora has tomado el relevo de Desirée Ndjambo en el matinal, ¿cómo llevas madrugar?
Muy bien. Digo yo de broma que no es madrugar, es trasnochar prácticamente. Entramos a las dos y media de la mañana y tienes que irte a dormir antes que los Lunnis, a las seis de la tarde. Es un cambio de hora en tu vida normal, pero es verdad que profesionalmente es una oportunidad increíble, un lujo y estoy feliz. Una de las cosas que notas cuando eres periodista es que al final te compensa el hecho de trabajar un fin de semana, de noche, de madrugada… al final todo eso es secundario.

Entonces TVE exige ser un periodista todoterreno que se prepara sus vídeos, su guión…
No. Es mi opción venir antes a trabajar, precisamente para poder verlo todo. Así puedo hacer mi edición de vídeo, saber de lo que hablo y escribir yo todos mis textos. Es como una clase: unos alumnos deciden ir a tomar apuntes, otros los piden prestados… Hay de todo.

Y en estos tiempos que está mal visto ser periodista, ¿tú eres de los que aconsejan cambiar de carrera?
¿Por qué? Todo lo contrario. Les diría “Disfruta y este es un mundo precioso en el que pueden salir las cosas muy muy bien”. El pesimismo lo puedes tener en cualquier rama y es verdad que a mí cuando estudiaba todo el mundo me decía: “Bueno ¿periodismo? ¡Si es un mundo sin salidas!”. Pues no, es un mundo difícil pero si te gusta haz lo que te guste. No hay nada peor que, siguiendo el símil del deporte, un jugador no salga a jugar un partido porque es muy difícil. Sal, si te ganan hay más partidos, y si pierdes te entrenas más fuerte para el siguiente.

Volviendo a TVE, dice que apuesta por una mayor oferta polideportiva con el Mundial de balonmano en enero y los Mundiales de Natación de Barcelona en julio de 2013. ¿Esto quiere decir que hay deporte más allá del fútbol?
Es una casa con mucha tradición en deporte. Funciona de una manera distinta porque hay derechos y tienen que pagarlos. Sin duda ya hay mucho más que fútbol. Este fin de semana no se jugaron partidos y hemos hablado de F1, Moto GP, del reto de Felix Baumgartner, hemos hablado del tenis porque se jugaba el Torneo de Shangai… El fútbol es el prioritario pero hay para todos los gustos.

¿Crees que para esos deportes un poco más minoritarios, hace falta un líder, un Gasol, un Nadal?
Lógicamente el deporte tiene mucho de espectáculo. Al público le gusta identificarse con lo que ve por la tele y son gente con mucho carisma. Aún así yo creo que al que le gusta de verdad un deporte porque lo practica o porque simplemente le llama, no necesita líderes, aunque las grandes estrellas del deporte son ya estrellas sociales y ayudan. El deporte minoritario se rige por unas normas distintas a los grandes deportes de masas.

Desde luego que muy fuerte debe ser la afición para pagar un precio por las entradas tan desorbitado como las españolas.
Sí, totalmente. Comparado con otros países como Alemania queda claro que algo falla en el precio. A lo mejor yo tengo una visión más romántica y opino que cuanta más gente disfrute del deporte mejor, pero también es cierto que si alcanzan esas cifras es porque hay gente que las paga. Hay que entender que para muchos es su válvula de escape.

Y en general ¿cómo ves el actual periodismo deportivo en tv?
Ha crecido mucho. Ahora tenemos varios canales sólo de deportes e incluso periódicos, cosa que hace unos años era impensable. A mí me gusta mucho el estilo de mi casa, TVE, que es ser respetuoso con todos, alejándonos del periodista fan o estrella.

¿Y hechas algo de menos respecto al periodismo deportivo?
En principio no. Quizás si es verdad que se eche de menos cierta inversión para contar las cosas mejor, pero entiendes el momento en el que vivimos. Es más difícil contar cosas por televisión porque se necesita un soporte visual, pero tampoco nos quejamos. A lo mejor también somos un poco esclavos de la inmediatez. Contamos las cosas por encima. A mí me gustan los reportajes largos, los especiales de varias páginas… pero entiendo que no siempre se puede.

Y hablando del reto de Red Bull de romper la barrera del sonido, ¿ha llegado el sensacionalismo al deporte?
Ha llegado un lenguaje distinto pero depende mucho de qué ventana mires. Como cualquier cadena, cada una tiene unos valores. No creo que todo el deporte sea sensacionalismo. Principalmente en esta casa yo creo que hay mucho rigor. Incluso a veces se nos ha tachado de fríos. Hay que entender que tiene que ser divertido, pero no reñido con que esté contrastado. Son diferentes fórmulas.

¿Importa mucho el físico en la tele?
Importa pero poco. Yo quiero pensar que no es fundamental. Lógicamente tienes que cuidar no tu físico como imagen o como modelo, sino tu forma de presentare como espectador: ropa, cara, complementos. Creo que la belleza es más del mundo del espectáculo. Si quieres ser presentador de un programa como OT ahí sí que entra en juego, pero en periodismo nosotros somos un mero correo y cuanto más desapercibidos pasemos mejor. Los protagonistas de la información son otros.

Tu cadena está teniendo muy buenos resultados con partidos en abierto y hace poco gana el TP de oro al mejor programa informativo, ¿esperáis repetir?
Todo lo que sea recibir premios es una buena noticia, pero no por el premio en sí sino por toda la gente que está detrás de él y que valora tu trabajo. Como te decía, son tus jefes. Si todos los días los índices de audiencia son buenos es señal de que lo estás haciendo bien y eso es un incentivo.

¿Algún reto a nivel profesional tuyo, ¿qué te gustaría hacer? ¿Siempre en deportes?
Disfrutar y seguir creciendo.

¿Quién es tu mayor ídolo?
No tengo un único referente. Me gusta mirar a todos mis compañeros y aprender algo de ellos. Sergio Sauca, Miguel Serrano, María Escario… esto está vivo y un periodista debe tener ese punto de curiosidad para sacar lo mejor de cada uno.

Nico de Vicente, segundo por la izquierda, junto a sus compañeros de Informativos.
Nico de Vicente, segundo por la izquierda, junto a sus compañeros de Informativos.
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