La Cosecha Humana

Esta obra nos traslada hasta Jerusalén. Allí nos introducimos en una investigación criminal por la aparición del cadáver de una mujer árabe con yiyab en los territorios ultraortoxos. En un principio, todo parece apuntar a una lapidación pero el hallazgo de dos nuevos cadáveres a los pocos días enciende todas las alarmas.

El caso es asignado a la inspectora Sarah Toledano, una española de origen sefardí que vive torturada por su oscuro pasado, y al sargento Lautaro Heller, un askenazí nacido en Argentina. Ambos se compenetran bien, por lo que juntos se introducirán en una serie de intrigas y oscuras actividades donde nada es lo que parece.

Emilio Calderón es historiador, editor y escritor. Ha realizado trabajos de documentalista, pero sus adeptos prefieren disfrutar de sus historias. ¿Te suena Julieta sin Romeo? ¿El último crimen de Pompeya? ¿El misterio de la habitación cerrada? Todas son obras de este malagueño. Pero sobre todo es conocido por El judío de Shangai, obra ganadora del XIII Premio de novela Fernando Lara. Además de La bailarina y el inglés, finalista del Premio Planeta.

La Cosecha Humana es una novela de género negro, apasionante, adictiva e inquietante, basada en hechos reales, cuya acción transcurre con el conflicto árabe israelí como telón de fondo. La pobreza y la violencia inundan las calles de Jerusalén en las que la seguridad se reserva a los adinerados y a los partidarios de las fuerzas políticas dominantes.

El argumento de la novela se va trenzando poco a poco y su intriga aumenta a un ritmo vertiginoso donde no existe descanso para el lector. Tras la primera víctima, se unirán a la mujer un periodista israelí y un hombre de origen caucásico. Todas las pruebas apuntan a que los crímenes tienen un nexo común: Neturei Karta, una organización extremista de judíos ortodoxos favorable al desmantelamiento del Estado de Israel. Sin embargo, la inspectora y su ayudante encuentran indicios durante de su investigación que no concuerdan con la teoría de su superior, el comisario Samuel Goldiak, interesado en querer dar una visión parcial y partidista de lo que ocurre.

Calderón nos presenta una obra con un lenguaje cuidado; unas descripciones que trasladan al lector a los distintos escenarios haciéndole testigo en todo momento y una trama perfectamente construida en la que el crimen convive entre el dolor del pasado y lo incierto del presente. Una novela que atrapa desde la primera página con un final sorprendente.