Curiosidades de la Naturaleza: ¿Un gusano manipulador o enloquecedor?

Curiosidades de la Naturaleza: ¿Un gusano manipulador o enloquecedor?

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Hoy os presentamos y desenmascaramos la realidad sobre un gusano nematodo parásito, el Spinochordodes tellinii, que según las leyendas urbanas publicadas en la red es capaz de infectar el cerebro de algunos insectos para obligarlos a buscar el agua y suicidarse en ella.

Curiosidades de la Naturaleza: ¿Un gusano manipulador o enloquecedor?

Generalmente estos blogs no presentan apenas comentarios y, mucho menos, mencionan una fuente fidedigna de la información, tan sólo muestran el video que mostramos nosotros al final del artículo. ¿Pero es cierto lo que se dice?

Buscando a lo largo de diversas páginas, hemos dado con lo que puede ser el origen de la historia, un estudio en New Scientist, que probablemente fue malinterpretado por los periodistas o los blogueros que retransmitieron la información. Pero si nos acercamos a los verdaderos especialistas, su interpretación es muy distinta.

Este gusano parásito, el Spinochordodes tellinii, nace como larva cerca del agua, donde es, accidentalmente, ingerido por grillos, saltamontes, langostas u otros Orthopteros. Una vez dentro no es digerido, sino que se desarrolla dentro de su anfitrión hasta alcanzar un tamaño de hasta tres o cuatro veces el largo de su anfitrión en su última fase larvaria.

Cuando llega a ese tamaño, ya casi adulto, el gusano induce cambios en el comportamiento del grillo para volverlo errático, y así el huésped terminará cayendo por azar a algún arroyo o fuente de agua donde se ahogará, y nuestro protagonista podrá liberarse y completar su ciclo.

Pero la especulación se ha dado por si este comportamiento aparentemente suicida de los grillos y langostas es realmente inducido por los gusanos o si la caída al agua no es auspiciada por el huésped.

En otros estudios se ha aclarado que los reportes anecdóticos de insectos suicidas no tienen base solida. En un estudio de Journal of Evolutionary Biology, observaron durante dos años el comportamiento de grillos y langostas infectados y no infectados por el gusano y vieron que hasta nueve diferentes especies infectadas con Spinochordodes tellinii seguían ese comportamiento aberrante y errático.

Pero la idea de que la actuación del huésped, fuerce al hospedador a detectar el agua y lanzarse a él, no está, ni mucho menos, probado. Al contrario, se pudo observar que los insectos infectados no se lanzaban directamente en una trayectoria lógica hasta alcanzar el agua, sino que, más bien, su comportamiento errático los llevaba, más por azar que por intención, hasta un lugar con agua donde se ahogaban y le daban la posibilidad al gusano de salir, liberando a su víctima para que muera ella sola.

No les lavan el cerebro para que se suiciden, lo vuelven loco hasta que acaban en el agua. De una forma u otra, el resultado, sí es el mismo: la muerte del hospedador y la reproducción del huésped.

¿Cómo?

La forma por la que alteran el cerebro del grillo, es mediante la síntesis de proteínas diferentes a las que suele tener el grillo en su cerebro. Las proteínas están vinculadas a actividades neurotransmisoras o al comportamiento geotáctico, o sea el movimiento del organismo, desencadenando un comportamiento errático que lo lleva a morir en el agua.
En este video podemos ver el trágico final de uno de sus huéspedes, un grillo.

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