El gobierno conservador de Adonis Samarás se enfrentó ayer a la primera huelga general convocada en Grecia después de que se dieran a conocer los nuevos recortes planteados por el ejecutivo. El gobierno plantea recortar 11.500 millones y, además, una subida de los impuestos.
Ante tales medidas, ayer los ciudadanos griegos salieron a las calles a manifestarse contra estos nuevos recortes. La recesión en la que se encuentra sumida el país heleno va ya para
cinco años y Europa pide soluciones rápidas si no quieren caer en la banca rota. Sin embargo, las acciones del Gobierno no gustan a los ciudadanos. La huelga general terminó con la detención de 50 personas. Los policías tuvieron que usar gases lacrimógenos para frenar a las personas mientras éstas tiraban piedras y gritaban “traidores” o “cerdos de Merkel”, entre otras cosas.
El gobierno presentará este viernes los recortes ante los ministros de finanzas de Europa. La Unión esperaba unos recortes superiores a los 11.500 millones para poder darle a Grecia los 40.700 millones necesarios para que el país no se hunda. Las consecuencias a las que se enfrentarían los griegos en el caso de no llegar a un acuerdo con Europa serían graves ya que podrían entrar en banca rota y la amenaza sobre salir del euro sobrepasa continuamente el país.
El presidente Samarás prometió a los griegos sacarlos de la recesión y mantener en país, pero la tasa de paro juvenil se establece ya en el 55% y no ha sido capaz de sanear la deuda económica que vive su país.
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