Habrá que empezar desde cero

Habrá que empezar desde cero

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El director del Parque Nacional de la Gomera (Garajonay), Ángel Fernández, reconoce que tras el incendio en las zonas afectadas, aunque no fueran las más importantes, "habrá que empezar de cero" la regeneración dado que los daños han sido muy serios.

Habrá que empezar desde cero

En declaraciones a Europapress, ha señalado que las zonas más afectadas por la fuerza del fuego han sido la cumbre y el frente sur, zonas que aunque eran las zonas menos valiosas del parque y ya fueron castigadas hace 30 años por otro incendio, por poblaciones exóticas, gozaban actualmente de un aspecto muy bueno.

En otros parques la zona afectada sería una joya y el incendio, una catástrofe, pero en este Parque Nacional, que posee un nivel de conservación muy alto, sólo se ha visto afectada la zona menos rica desde el punto de vista medioambiental, destaca el director.

También se ha visto afectada en los bordes y en el frente norte, la reserva de laurisilva, la mejor de Canarias, pero no en el suelo, por lo que esperamos que la afección a los árboles sea pequeña, continua Fernandez.

Asimismo, advierte de que hay especies de flora "amenazadas" y que la gallinuela o la chocha perdiz, especie muy abundante en La Gomera, padecerán los efectos del incendio ya que el incendio ha dañado mucho sus zonas de hábitat.

En cambio, las palomas asociadas a la laurisilva no sufrirán excesivamente pues la zona afectada no era más que un lugar de paso esporádico. Tendremos que hacer una evaluación integral para conocer el alcance exacto de los daños, señala.

RECUPERACIÓN MÁS RÁPIDA DE LOS PINOS

Fernández advierte también de que en un incendio de pinar la recuperación "es más rápida", pero en Garajonay se perderán algunos bosques que serán repoblados por matorral.
Además, si las primeras lluvias son torrenciales el daño que puede sufrir el suelo será "casi irreversible" porque el agua arrasará con él y constituye el "soporte" que nutre a la vegetación, lo que ampliaría la severidad del daño, señala.

Por otro lado, ahora y en el plazo más corto, es el momento de incidir en las “labores de seguridad” para los vecinos, empezando por fortalecer las vías de comunicación e infraestructuras y reducir los riesgos impidiendo la limpieza de los campos y el entorno de las viviendas, afirma.

La velocidad con la que discurren las aguas superficiales cuando llueve es minorada por la vegetación y si eliminamos la poca vegetación que quede, nada frenará esas aguas y nadie quiere eso.

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