Las fresas, las cerezas o los arándanos nos ayudan a mantener la agudeza mental y a reducir la pérdida de memoria.
En el estudio realizado por los investigadores del Brigham and Women's Hospital de Boston, en Estados Unidos, se necesitaron a 121.000 mujeres, de entre los 30 y 55 años. Los resultados mostraron que estos alimentos pueden retrasar hasta 2,5 años el deterioro cognitivo provocado por el envejecimiento.
El estudio se inició en 1976, en el que las mujeres que participaban en él tuvieron que realizar varios cuestionarios sobre su salud y su estilo de vida.
A partir de 1980 respondieron a los cuestionarios de nuevo, y así cada 4 años, para poder registrar la frecuencia del consumo de alimentos.
En 1995 y 2001, a las mujeres de más de 70 años que participaron en el estudio, se las sometió a pruebas de memoria en periodos de 2 años.
Tras esto, los resultados de las que consumían niveles elevados de frutas del bosque tuvieron una pérdida de memoria más lenta,
un retraso de 2,5 años de media en comparación con quienes no los comían.