La Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas (Cepesma) confirma tras la necropsia que la causa de la muerte del “bebe” cachalote hallado en la plaza de Vega, en Ribadesella, fue la ingesta de restos de arte de pesca de arrastre vertidos al mar.
"Al llegar a los estómagos se encontró una importante cantidad de restos de arte de pesca de arrastre en su cavidad e intestino, restos inservibles que son dejados en el mar y que como vemos representan un daño cuantioso aun pasando mucho tiempo, porque la durabilidad de estos útiles es muy prolongada", señalan desde el Cepesma.
"Cada año, el hombre vierte al litoral cerca de una tonelada de residuos por kilómetro cuadrado de diversa índole y procedencia", dicen desde Cepesma mientras reprochan la situación a la "apatía gubernamental".