La plataforma Salvemos Monesterio celebra la retirada del proyecto agrohub, que contemplaba la construcción de un complejo de 300.000 m2 en un entorno natural protegido. Aunque valoran positivamente esta decisión, exigen una protección adecuada para las dehesas escurialenses, que siguen desprotegidas ante posibles proyectos especulativos. La lucha contra el agrohub comenzó en octubre con movilizaciones ciudadanas y la creación de una plataforma que agrupa a trece asociaciones. A pesar de los avances, persiste la necesidad de establecer un Plan Especial de Protección para el piedemonte escurialense y salvaguardar su patrimonio histórico y natural.
La reciente decisión de no avanzar con la construcción del controvertido proyecto agrohub en Monesterio ha sido recibida con satisfacción por parte de la plataforma Salvemos Monesterio. Este grupo, que incluye a Ecologistas en Acción Sierras de la Comunidad de Madrid, celebra la suspensión de un complejo que ocuparía 300.000 m² en un entorno natural único. Sin embargo, los activistas insisten en que es fundamental recibir una confirmación oficial sobre la retirada de la solicitud del Proyecto de Alcance Regional antes de dar por cerrada la cuestión.
A pesar de esta victoria, Salvemos Monesterio continuará su labor, ya que el proyecto ha evidenciado la falta de protección que sufren las dehesas escurialenses. La preocupación radica en que podría surgir otra iniciativa especulativa similar, dado que ni la Comunidad ni los ayuntamientos se opusieron al agrohub, a pesar de sus claros impactos negativos.
La campaña para frenar el agrohub comenzó en octubre pasado, tras conocerse la memoria del proyecto. En noviembre, diversos colectivos organizaron una marcha masiva hacia la finca Monesterio, lo que llevó a la creación de una plataforma compuesta actualmente por trece asociaciones. Entorno Escorial y el Observatorio de la Sierra de Guadarrama elaboraron informes que demostraron que el denominado ‘centro de innovación e investigación’ era, en realidad, un encubrimiento para una operación urbanística. Estos informes fueron enviados a varias consejerías de la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento de San Lorenzo y a organismos patrimoniales como UNESCO e ICOMOS.
Hasta ahora, se han emitido numerosos comunicados sobre el proyecto y se han llevado a cabo tres actos públicos centrados en discutir el patrimonio natural e histórico y sus posibles impactos. Sin embargo, queda pendiente una tarea esencial: asegurar una protección adecuada para el piedemonte escurialense.
A pesar del reconocimiento del valor histórico y natural del territorio desde 2003, cuando se inició el expediente para declarar a la Finca Monesterio como Bien de Interés Cultural (BIC), aún no se ha formalizado dicha declaración. Esto deja abierta la puerta al urbanismo especulativo en una zona que sigue desprotegida. La falta de un Plan Especial para este BIC ha generado incertidumbre sobre su futuro.
Además, aunque solo uno de los muchos humedales escurialenses está incluido en el Catálogo de la Comunidad de Madrid, el LIC (Lugar de Interés Comunitario) correspondiente a la Cuenca del río Guadarrama ofrece escasa protección real. A pesar del hallazgo reciente de importantes restos romanos en las excavaciones cercanas, no se han realizado estudios adicionales ni se ha declarado oficialmente ninguna zona arqueológica.
El cese del proyecto agrohub Palacio de Monesterio es fruto del esfuerzo conjunto entre las asociaciones integrantes de Salvemos Monesterio y un amplio apoyo ciudadano. De cara al futuro, su próxima campaña estará enfocada en garantizar una protección efectiva para el piedemonte escurialense y prevenir así iniciativas similares al agrohub.
Se ha valorado positivamente la decisión de no construir un complejo de 300.000 m2 en un entorno singular, aunque se espera la confirmación oficial de la retirada de la solicitud del Proyecto de Alcance Regional.
Salvemos Monesterio reclama una protección adecuada para el piedemonte escurialense, que sigue desprotegido y vulnerable a proyectos especulativos.
La campaña contra el proyecto comenzó en octubre pasado, incluyendo marchas y la creación de una plataforma con trece asociaciones que han enviado informes a diversas autoridades sobre los impactos del agrohub.
A pesar de que el territorio ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC), no hay un Plan Especial de Protección, lo que deja abierta la posibilidad al urbanismo especulativo.
La detención del proyecto agrohub fue el resultado del esfuerzo coordinado de las asociaciones y el apoyo significativo de la ciudadanía serrana.
La próxima campaña será luchar por una protección adecuada para el piedemonte escurialense para evitar futuros proyectos como el agrohub.